Esta semana se ha estrenado en la
cartelera de algunos cines con mucha discreción este filme mexicano
dirigido por Katina Medina Mora. Cuenta la historia de Nicolás, un
fotógrafo que padece epilepsia desde su infancia, circunstancia que
le obliga a cuidarse y a llevar una vida normal en apariencia pero
que le lleva sacrificios. Por su parte, Isabel es una mujer con la
vida resuelta de cara a los demás pero no es así, su madre está
enferma y hundida. Isabel y Nicolás se enamoran a pesar de ellos
mismos, de sus fantasmas y flaquezas. Este es un interesante drama en
que la pareja protagonista vive una relación que no se habían
imaginado porque no se lo permitieron hasta conocerse. La película
está realizada con sensibilidad, es dura, intimista y tiene un guión
notable, que es atrevido y propone ideas aunque el tema sea muy
utilizado. Además, está muy bien interpretada por los actores, casi
todos desconocidos para el público español, como Ilse Salas, Rosa
María Bianchi y José Ángel Bichir, excepto el español Pablo
Derqui ("Los ojos de Julia"). Vale la pena ver ver este
esta propuesta de una cinematografía de la que no llegan muchas
películas.
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