Ha llegado a la cartelera la
promocionada y esperada sobre todo para los lectores adaptación del
best-seller de Paula Hawkins. La historia se centra en Rachel, una
mujer afectada por su reciente divorcio que cada día en un trayecto
en tren hacia Nueva York fantasea sobre la vida de una pareja
aparentemente idílica que vive en una casa por la que su tren pasa
cerca. Resulta que en esa casa vive Megan, una joven que cuidaba al
bebé de Anna, la actual mujer del ex marido de Rachel que viven
cerca en la casa que compartieron. Una mañana Rachel ve desde la
ventana del tren a Megan con otro hombre que no es su pareja. Ese día
tiene un episodio que no recuerda muy bien a causa de los efectos de
su alcoholismo que la involucra en la desaparición de Megan. No he
leído el libro en que se basa pero supongo que no era tarea fácil
hacer una buena adaptación de una novela contada a tres voces por
los personajes femeninos. La película empieza presentando a las tres
mujeres y tiene constantes flashbacks y saltos en el tiempo que hacen
que se oculte parte de la información y no contribuyen al suspense
que tienen algunas escenas clave como lo que sucede debajo de un
túnel cuando Rachel ve a una mujer. La historia es interesante y se
nota el interés del director Tate Taylor (que anteriormente dirigió
"Criadas y señoras" y "I feel good") por tratar
los personajes femeninos. Pero quizás el resultado hubiera sido
mejor si la hubiese dirigido una mujer o alguien más capacitado para
los thrillers. El filme es entretenido, la música de Danny Elfman,
la fotografía y la ambientación funcionan. Aparte de la historia,
en la que no sabes hasta el final si Rachel es realmente la víctima
y quién es el responsable de la desaparición de Megan, lo más
atractivo es el reparto de actores, en especial de actrices. Emily
Blunt está muy convincente como una mujer que no ha podido superar
un matrimonio roto, que no haya podido tener hijos y su papel no es
el típico de una alcohólica. Es una de mis actrices favoritas que
se merece estar nominada al Oscar; algunos la dan como posible
candidata por este personaje pero algunas críticas negativas en
Estados Unidos del filme juegan en su contra. No conocía a Haley
Bennett, que guarda parecido con la actriz Jennifer Lawrence pero su
papel de Megan es atrayente. Por su parte, tras estar en la quinta
entrega de "Misióin imposible", Rebecca Fergusson
demuestra al gran público que puede hacer otro tipo de papeles,
aunque quizás tiene el personaje menos jugoso. Cabe decir que los
personajes masculinos no están muy bien definidos: Luke Evans
interpreta a la pareja de Megan, Edgar Ramírez al psiquiatra de la
joven y Justin Theroux como el ex marido de Rachel, el papel más
importante pero que no es muy complejo. La película es un poco
mojigata en el aspecto sexual y acaba siendo un thriller aceptable,
entretenido y que mantiene el interés pero que no es muy
contundente, le falta un poco de trascendencia y perturbación que sí
tenía la adaptación de "Perdida" dirigida por David
Fincher. Puede gustar a los seguidores de las historias de intriga
pero puede ser que algunos lectores del libro queden un poco
desmotivados.
Valoración:
6
Lo
mejor: Emily Blunt dando vida al personaje de Rachel, la actriz hace
que nos interese la historia.
Lo
peor: falta más poder de implicación al espectador e intensidad en
el thriller.
Después
de ver la película, aunque hay un momento que pensamos que Rachel es
la culpable del caso, uno piensa que es comprensible que Rachel fuera
víctima de la historia, ya que es poco probable que en un proyecto
de Hollywood la protagonista sea la responsable.
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