Recuerdo que hace un año vi en el
cine "Eden" la anterior película de Mia Hansen-Love, un
filme que me gustó mucho y con el que la directora hacía un tributo
a la figura de su hermano. Ahora se ha estrenado en España su último
filme, que hace lo propio con la madre de la realizadora y que está
dirigida de manera diferente. Cuenta la historia de Nathalie, una
madura profesora de filosofía de un instituto cuya vida se ve
alterada cuando tiene que estar al cuidado de su madre enferma, su
marido la deja por otra mujer y sus libros para una editorial se han
quedado obsoletos. Así, de repente se encuentra sola y esto hace que
se replantee su vida. El filme comienza con su título al lado de la
cruz de una tumba pero el filme no está contado como una tragedia
sino con cierta ligereza, transparencia y luminosidad. Nathalie
encuentra consuelo con un antiguo alumno y el gato de su madre. Por
mucho que sufra, apenas la vemos llorar sino que con un ritmo ágil,
vemos que siempre va hacia adelante, moviéndose, yendo y viajando de
un lugar a otro. La directora alcanza un grado de madurez poco
habitual en su generación y reflexiona con profundidad sobre la
vida de una mujer a la que le llena su ámbito intelectual (en este
sentido algún espectador podría encontrar algo pedantes las
conversaciones intelectuales). Isabelle Huppert realiza una de sus
mejores interpretaciones en este filme, acompañada por Roman Kolinka
como Fabien, el ex alumno de la profesora y Edith Scob como la madre
de Nathalie. Mia Hansen-Love fuera merecidamente premiada con el Oso
de plata a la mejor dirección en el pasado festival de Berlín y
espero que Huppert reciba reconocimientos como actriz por este papel
o por el de "Elle" de Paul Verhoeven.
Valoración:
8
Lo
mejor: el trabajo de Isabelle Huppert.
Lo
peor: que no vaya a ser muy vista.
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