Después de dirigir "El viaje de Bettie" y "La cabeza alta", la actriz y directora Emmanuelle Bercot ha dirigido este filme que narra la historia real de la doctora Irène Frachon, que en 2010 se atrevió a plantarle cara a la industria sanitaria y farmaceútica francesa, cuando se destapó el escándalo mediático sobre la comercialización de un controvertido medicamento cuyos efectos secundarios provocaron la muerte de cientos de personas. Este es un drama basado en hechos reales cuya interesante historia puede recordar a filmes de Ken Loach pero que el director haría mejor. El filme se asemeja a otros como "Silkwood" o "Erin Brokovich" en cuanto a que una valiente mujer descubre un caso social que afecta a la población pero le falta una buena labor de dirección, un poco plana, obvia y maniquea. Cabe decir que Bercot no es pudorosa en hacer una película que quiere resultar agradable y emocionar al espectador. Aparte de por el argumento que trata, la propuesta destaca por la intensa interpretación de la actriz Sidse Babett Knudsen, que hace suya la película y hace que llegue a ser absorvente, acompañada de Benoit Magimel. El filme inauguró no muy acertadamente el festival de San Sebastián de este año pero tiene opciones en los próximos premios César, sobre todo por la labor de su actriz protagonista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario