Después del éxito comercial de "Ahora o nunca", la directora María Ripoll estrena esta adaptación de la novela de Laura Norton. Cuenta la historia de Sara, una joven que culpa al karma de su mala suerte. Le gusta planificar, quiere que todo salga perfecto para la visita de su novio que lleva un año fuera. Pero una semana antes de su llegada, está en un momento difícil luchando porque funcione el negocio de plumas que ha abierto, unido al divorcio de sus padres (su padre se ha instalado en su casa), y el anuncio de que su hermana se casa con el fue el gran amor de Sara cuando iba al instituto, que es un famoso cantante. La directora tiene por costumbre rodar en países con culturas diferentes: Nueva York en su debut "Lluvia en los zapatos", India en "Rastres de sàndal" y ahora en el barrio de Malasaña de Madrid y en localizaciones de Hong-Kong. En su filmografía ha intentado con mayor o menos suerte hacer propuestas con una intención comercial pero en sus dos últimas películas esta intención se nota demasiado. La película tiene un aire hipster para atrae al público actual, puede ser entretenida, pero parece frívola y hace poca gracia, con algunos gags mejorables. Como ocurre con algunas películas españolas, lo mejor y lo que se puede salvar es el atractivo reparto de actores. Verónica Echegui es la protagonista, en un papel de comedia alejada de lo habitual y parecido al de Bridget Jones pero el caso de Inma Cuesta en "3 bodas de más" funcionó mejor. Vuelve a trabajar con su pareja en la vida real Álex García como el novio de la hermana, interpretada por Alba Galocha y David Verdaguer como el novio de Sara. Completan el reparto actores solventes como Elvira Mínguez y los televisivos Jordi Sánchez y Cecilia Freire. Por si ya de por sí esta promocionada propuesta me interesa poco, además la directora ha declarado que lo que el cine español necesita son más proyectos como este y no cine de autor que no entiende nadie. Tengo que decir que lo que necesita el cine en España es, como en otros países y como bien dijo Juan A. bayona al recibir el Goya por "Lo imposible" películas grandes y pequeñas. Al igual que hay diferentes géneros de películas, mejor cuanto mayor sea la oferta con películas comerciales de gran presupuesto, producciones de presupuesto medio (que han sido castigadas en estos tiempos) y películas pequeñas y de autor que se presenten en festivales. En definitiva, "No culpes al karma" (para ser una película comercial la frase es buena pero demasiado larga cuando cada vez los títulos son más cortos y de una sola palabra), puede funcionar en taquilla pero ojalá tuvieran más promoción otras películas españolas mejores que ésta por su calidad y ya sean grandes o pequeñas.
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