Es curioso que en la saga "A todo gas", las entregas que fueron más mal recibidas fueron la tercera y la cuarta y, a partir de la quinta, hayan ganado adeptos y la pérdida del actor Paul Walker en el séptimo film no haya afectado al rendimiento de una de las franquicias más rentables de Estados Unidos. En la octava entrega, Dom y Letty están de luna de miel, Brian y Mia fuera del juego y el resto de la pandilla exonerada de todo cargo. El equipo está instalado en una vida aparentemente normal. Pero una misteriosa mujer (Charlize Theron) seduce a Dom (Vin Diesel) para que vuelva de nuevo al mundo del crimen y él se ve incapaz de rechazar la oportunidad, traicionando así a todo el mundo cercano a él. A partir de entonces, todos se enfrentan a pruebas como nunca antes habían tenido. Desde las costas de Cuba y las calles de Nueva York hasta las llanuras del mar de Barents en el océano Ártico, la fuerza de élite recorre el planeta para impedir que un anarquista desencadene el caos en el mundo y por supuesto para recuperar al hombre que les hizo ser una familia. La anterior entrega tuvo un acertado cambio de director con James Wan (especialista en cintas de acción) y un comprensible tono sentimental con la muerte de Paul Walker. Esta vez, el cambio de realizador también ha sido acertado con F. Gary Gray, responsable de títulos como "Negociador", "The italian job" y "Straight outta compton". No soy seguidor de este tipo de filmes de acción y de esta saga en concreto en que falta verosimilitud y en las escenas de acción se muestra el más difícil todavía. Pero uno no espera que ofrezca lo que no promete en su género y no engaña. La película está dirigida a su público potencial, no tiene prejuicios ni miedo al ridículo, siendo un espectáculo de acción excesivo en que en esta ocasión hay persecuciones sobre hielo con un submarino. En cuanto a los actores, están los habituales Vin Diesel y Dwayne Johnson (que no tienen buena relación en la vida real), Jason Statham, Michelle Rodriguez, Elsa Pataky, Kurt Russell o Luke Evans y cuenta con fichajes de lujo: Charlize Theron como primera villana de la saga y la dama Helen Mirren. Estas dos actrices ya tienen cierta experiencia en el cine de acción, la primera en "Mad Max: furia en la carretera" y la segunda en "Red" y sus incorporaciones prueban que la franquicia es poderosa. Así pues, esta octava entrega demuestra que la saga sigue teniendo buen ritmo, gustará a sus fans y ya se prepara la novena para 2019.
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