La edición número 23 de la Muestra de cine latinoamericano celebrada en Lleida bajo la dirección de Juan Ferrer de nuevo ha costado un esfuerzo salir adelante y esta vez, a diferencia de anteriores ediciones, las proyecciones de cortometrajes y largometrajes de la sección oficial se han concentrado entre el 30 de marzo y el 2 de abril, recuperando las sesiones de las 16h. que no estuvieron el año pasado. Pero también desde el lunes 27 hasta el jueves 30 se han proyectado los documentales seleccionados en el campus de Cappont de la Universidad de Lleida con títulos interesantes como la última ganadora del premio Goya "Frágil equilibrio". En este apartado, es adecuado que los jóvenes universitarios llenen el auditorio con documentales que les pueden hacer reflexionar pero puede restar que el público en general vaya a verlos en la universidad, ya que sobre todo la afluencia de asistentes tuvo lugar en el teatro de la Llotja en el acto de inauguración y en las sesiones de Caixaforum de la capital ilerdense. Además, hubo sesiones infantiles matinales en que se proyectaron la cinta de animación "El niño y el mundo" y el cortometraje de animación "Darrel", y del 27 de marzo al 29 de abril se puede ver en la sala Montsuar del Instituto de Estudios Ilerdenses la exposición "Fila 7, cines con historia" en que Juan Plasencia fotografía los 43 cines de sala única que quedan en España.
En la ceremonia de inauguración del día 30 de marzo, el veterano actor Emilio Gutiérrez Caba recibió en persona el premio de honor de esta edición. Además, los directores de cine catalanes Jordi Cadena y Francesc Betriu recibieron el premio Jordi Dauder a la creatividad en el cine catalán y el programa radiofónico "El séptimo vicio" dirigido por Javier Tolentino obtuvo el premio Ángel Fernández-Santos.
En cuanto a los largometrajes que formaron la sección oficial de este año, el nivel fue aceptable y el jurado presidido por Manuel Pérez Estremera y completado por Héctor Zampaglione y Jorge Meyer decidieron premiar por primera vez en la historia del certamen a una misma película, "La mujer del animal" de Victor Gaviria, con algunos grandes premios como mejor película, director, guion y el premio Radio Exterior de España. No hay duda de que esta es una de las mejores películas que se merecían ser premiadas pero podrían haberse repartido los premios con otros excelentes filmes como la mexicana "La región salvaje" de Amat Escalante, que ya destaquemos tras su paso por el festival de Venecia y que también se presentó en el de San Sebastián, "Aquí no ha pasado nada", "Mañana a esta hora" o "Nieve negra", que inauguró la Muestra. El hecho de que casi todos los premios se centren en una sola película, puede interpretarse como que sólo hubo una gran obra presentada en esta edición, cuando no es así. Sin embargo, fueron acertados los premios de interpretación a Lola Amores como mejor actriz por "Santa y Andrés" y Alan Sabbagh como mejor actor por "El rey del Once", aunque también lo hubiera merecido Eduardo Martínez por "Santa y Andrés", aunque es su compañera quien tiene un arco interpretativo más interesante. Ca mencionar que también formó parte de esta sección la cinta uruguaya "Clever" de Federico Borgia y Guillermo Madeiro, una comedia que obtuvo la segunda posición en el premio del público.
Por su parte, de entre los documentales que formaron la sección oficial, aparte de los premiados "Los ofendidos" y "El monstruo en la piedra", cabe mencionar el film chileno "El viento sabe que vuelvo a casa" de José Luis Torres Leiva, el argentino "Las calles" de María Aparicio y el colombiano "Paciente" de Jorge Caballero Ramos.
En cuanto a la sección de cortometrajes fueron premiados "El hombre eléctrico" y el multipremiado "Timecode" con una mención especial pero bien pudieran haber sido galardonados "Graffiti", "Yo no soy de aquí" o "Las cosas simples". Cabe mencionar que entre los cortometrajes, se presentaron el argentino "El inicio de Fabrizio" y el español "Un billete al nunca jamás".
Seguidamente vamos a destacar los films más interesantes que se presentaron en la Mostra de Lleida en las distintas secciones.
- Largometrajes:
La mujer del animal
Sin duda, la película más importante en el palmarés de la Mostra de Lleida de esta edición ha sido la película colombiana de Víctor Gabiria (que dirigió "La vendedora de rosas", entre otras) que ya fue premiada en los festivales de Toronto y de Málaga. Con los premios a mejor largometraje de la sección oficial, director, premio Casa de América al mejor guion, el premio Radio Exterior de España y el primer premio del público, se reconoce una película de una cinematografía que en los últimos años está dando excelentes frutos como "El abrazo de la serpiente", ahora que estos días el país sufre por inundaciones. Hay que decir que como ocurrió el año pasado con "La delgada línea amarilla", el jurado y el público han coincidido en premiar una película de denuncia dura y contundente sobre el miedo, rodada con actores no profesionales, que cuenta la historia de Amparo, una joven que huye por miedo a su padre del internado de monjas donde la acogían. Llega a un barrio marginado de Medellín a vivir en casa de su hermana. Cuando su cuñado la introduce a la familia, el primo Libardo la rapta en un rito matrimonial para luego obligarla a vivir bajo su mismo techo, la familia del Animal. La comunidad, amedrentada por Libardo, no intercede en favor de Amparo que es vigilada constantemente. Forzada a convertirse en la mujer del Animal, Amparo tiene sin poder evitarlo una niña. Esperemos que este drama basado en hechos reales se estrene en España gracias al reconocimiento obtenido.
Santa y Andrés
Otra de las películas destacadas de esta edición es este filme cubano dirigido por Carlos Lechuga, que anteriormente dirigió "Melaza", y que tuvo su premiere europea en el Zinemaldia de San Sebastián. En Cuba en el año 1983, Santa es una campesina que trabaja en una granja estatal. Andrés es un escritor homosexual de cincuenta años que, según el gobierno, tiene "problemas ideológicos". Como es habitual con los desafectos a la revolución, cada vez que hay un evento político en la zona, alguien es enviado para evitar que cometa algún acto de oposición pública. Esta vez la tarea de vigilar le toca a Santa. Durante tres días consecutivos Santa se sienta en la entrada de la cabaña de Andrés para supervisar sus movimientos. Este es un apreciable drama de ritmo pausado en que la relación entre dos personas a priori muy diferentes se hará más estrecha. Se puede observar el arco evolutivo del personaje de Santa, interpretada por Lola Amores (premiada como mejor actriz) con el que el espectador puede identificarse porque su vigilancia puede trasladarse al espectador, que también observa a un personaje que no conoce, Andrés. Este está bien interpretado por Eduardo Martínez (que hubiera merecido el premio a mejor actor), que llega a emocionar por la injusticia del trato que recibe por parte de las autoridades por su condición de homosexual y contrarevolucionario. Este es un interesante filme que consigue un resultado notable contando con pocos recursos.
El rey del Once
Daniel Burman, director de títulos destacados como "El abrazo partido" y "Derecho de familia" y "El nido vacío", tras "Dos hermanos" o "El misterio de la felicidad", ha dirigido y presentado en el certamen su último filme. Ariel cree haber dejado atrás su pasado, distanciado de su progenitor, tras construir una nueva y exitosa vida como economista en Nueva York. Llamado por su padre, que dirige una fundación judía de ayuda y beneficencia en el Once, el barrio judío de su niñez, regresa a Buenos Aires. Allí conoce a Eva, una mujer muda e intrigante que trabaja en la fundación. Este es el reencuentro con la tradición que dio origen al distanciamiento, y el enfrentarse a la paradoja de un hombre que ayuda a todo el mundo, pero es incapaz de hacerlo con su hijo Ariel. Si uno lee un poco la sinopsis, podría pensar que estaremos ante una comedia romántica en que un hombre conoce a una mujer pero se trata de una comedia poco convencional, que describe un barrio judío, sus personajes y ritos, un lugar desconocido para el gran público fuera de Argentina, pero que el filme ayuda a conocer, con una puesta en escena naturalista. La pareja protagonista hace un buen trabajo y está formada por Alan Sabbagh, que recibió el premio a mejor actor en esta edición y fue premiado como mejor actor internacional en el festival de Tribeca del año pasado, y Julieta Zylberberg, que a mitad de metraje puede sorprender respecto a la condición de su personaje, por el que fue nominada a los premios Sur de la academia de cine argentina. Tal vez estemos ante una de las últimas películas mejor conseguidas de su director.
Daniel Burman, director de títulos destacados como "El abrazo partido" y "Derecho de familia" y "El nido vacío", tras "Dos hermanos" o "El misterio de la felicidad", ha dirigido y presentado en el certamen su último filme. Ariel cree haber dejado atrás su pasado, distanciado de su progenitor, tras construir una nueva y exitosa vida como economista en Nueva York. Llamado por su padre, que dirige una fundación judía de ayuda y beneficencia en el Once, el barrio judío de su niñez, regresa a Buenos Aires. Allí conoce a Eva, una mujer muda e intrigante que trabaja en la fundación. Este es el reencuentro con la tradición que dio origen al distanciamiento, y el enfrentarse a la paradoja de un hombre que ayuda a todo el mundo, pero es incapaz de hacerlo con su hijo Ariel. Si uno lee un poco la sinopsis, podría pensar que estaremos ante una comedia romántica en que un hombre conoce a una mujer pero se trata de una comedia poco convencional, que describe un barrio judío, sus personajes y ritos, un lugar desconocido para el gran público fuera de Argentina, pero que el filme ayuda a conocer, con una puesta en escena naturalista. La pareja protagonista hace un buen trabajo y está formada por Alan Sabbagh, que recibió el premio a mejor actor en esta edición y fue premiado como mejor actor internacional en el festival de Tribeca del año pasado, y Julieta Zylberberg, que a mitad de metraje puede sorprender respecto a la condición de su personaje, por el que fue nominada a los premios Sur de la academia de cine argentina. Tal vez estemos ante una de las últimas películas mejor conseguidas de su director.
Mañana a esta hora
Esta es la segunda película dirigida por Lina Rodríguez, que se presentó en el festival de Locarno y de Mar de Plata. Cuenta la historia de Adelaida, una hermosa joven de 17 años que vive con sus padres en un apartamento en Bogotá. Los tres conviven y disfrutan de una vida familiar cómoda, compartiendo los altibajos habituales de la cotidianidad. Justo en la etapa más álgida de su angustia adolescente, y en plena búsqueda de su identidad, Adelaida choca mucho con su madre, hasta que ocurre una tragedia. Perturbada, la familia enfrenta su reto más grande hasta el momento. Este es un análisis íntimo de las relaciones de una familia bogotana, una historia de supervivencia, de la fragilidad del status quo y de la dificultad en la comunicación entre las personas más cercanas. Se trata de una curiosa coproducción entre Colombia y Canadá, un drama en que aparentemente no ocurre nada pero en que se desarrolla la vida cotidiana de los miembros de una familia y, como ocurre, en la vida misma, sucede un hecho trágico y después deben seguir con su vida. A pesar de que el padre y la hija tienen que afrontar la pérdida y a veces no se entiendan bien, la escena final en que ella le pide perdón en la cama que el padre ha compartido con la madre ausente da un halo de esperanza y el plano final del transcurrir de las nubes en un cielo azul puede transmitir que el tiempo pasa y puede curar las heridas.
Esta es la segunda película dirigida por Lina Rodríguez, que se presentó en el festival de Locarno y de Mar de Plata. Cuenta la historia de Adelaida, una hermosa joven de 17 años que vive con sus padres en un apartamento en Bogotá. Los tres conviven y disfrutan de una vida familiar cómoda, compartiendo los altibajos habituales de la cotidianidad. Justo en la etapa más álgida de su angustia adolescente, y en plena búsqueda de su identidad, Adelaida choca mucho con su madre, hasta que ocurre una tragedia. Perturbada, la familia enfrenta su reto más grande hasta el momento. Este es un análisis íntimo de las relaciones de una familia bogotana, una historia de supervivencia, de la fragilidad del status quo y de la dificultad en la comunicación entre las personas más cercanas. Se trata de una curiosa coproducción entre Colombia y Canadá, un drama en que aparentemente no ocurre nada pero en que se desarrolla la vida cotidiana de los miembros de una familia y, como ocurre, en la vida misma, sucede un hecho trágico y después deben seguir con su vida. A pesar de que el padre y la hija tienen que afrontar la pérdida y a veces no se entiendan bien, la escena final en que ella le pide perdón en la cama que el padre ha compartido con la madre ausente da un halo de esperanza y el plano final del transcurrir de las nubes en un cielo azul puede transmitir que el tiempo pasa y puede curar las heridas.
Aquí no ha pasado nada
Alejandro Fernández Almendras, director de "Matar a un hombre" dirigió el año pasado este film chileno en que Vicente, que vive en Los Angeles, regresa a Chile a pasar el verano en la casa de playa de sus padres. Es un joven imprudente y algo solitario, pero una de esas noches rutinarias de perseguir chicas y tomar copas su vida cambia para siempre; se convierte en el principal sospechoso de un atropello con huida que causa la muerte de un pescador local. Dice que no era él quien conducía pero sus recuerdos son confusos. Sí recuerda estar en el coche, y que el conductor era el hijo de un poderoso político. Este es un interesante thriller en que no hay culpa, remordimiento ni lecciones morales, simplemente hechos que ocurren y no se olvidan. El filme se presentó en diversos festivales como el de La Habana, fue la representante de Chile para los premios Goya y bien podría haber sido reconocida en la Muestra de Lleida con un premio del público. Ojalá se llegue a estrenar en España.
Alejandro Fernández Almendras, director de "Matar a un hombre" dirigió el año pasado este film chileno en que Vicente, que vive en Los Angeles, regresa a Chile a pasar el verano en la casa de playa de sus padres. Es un joven imprudente y algo solitario, pero una de esas noches rutinarias de perseguir chicas y tomar copas su vida cambia para siempre; se convierte en el principal sospechoso de un atropello con huida que causa la muerte de un pescador local. Dice que no era él quien conducía pero sus recuerdos son confusos. Sí recuerda estar en el coche, y que el conductor era el hijo de un poderoso político. Este es un interesante thriller en que no hay culpa, remordimiento ni lecciones morales, simplemente hechos que ocurren y no se olvidan. El filme se presentó en diversos festivales como el de La Habana, fue la representante de Chile para los premios Goya y bien podría haber sido reconocida en la Muestra de Lleida con un premio del público. Ojalá se llegue a estrenar en España.
Nieve negra
Otra película argentina que inauguró el certamen de este año está dirigida por Martín Hodara, que codirigió "La señal" con Ricardo Darín, que aquí es uno de los protagonistas. Acusado de haber matado a su hermano durante la adolescencia, Salvado vive aislado en medio de la Patagonia. Tras varias décadas sin verse, su hermano Marcos y su cuñada Laura llegan para convencerlo de vender las tierras que comparten por herencia. En un paraje solitario e inaccesible, el cruce entre ellos reaviva el duelo dormido en que los roles de víctima y asesino se trastocan una y otra vez. Este es un thriller agrio, atractiva visualmente en que los personajes están encerrados aunque estén apartados en un lugar exterior remoto. Tal vez le falta algo más de fuerza pero se sustenta por las interpretaciones de Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia y Laia Costa. El filme recibió el tercer puesto en el premio del público, se presentó en el festival de Málaga y se estrenará en salas a mediados de este mes de abril.
Otra película argentina que inauguró el certamen de este año está dirigida por Martín Hodara, que codirigió "La señal" con Ricardo Darín, que aquí es uno de los protagonistas. Acusado de haber matado a su hermano durante la adolescencia, Salvado vive aislado en medio de la Patagonia. Tras varias décadas sin verse, su hermano Marcos y su cuñada Laura llegan para convencerlo de vender las tierras que comparten por herencia. En un paraje solitario e inaccesible, el cruce entre ellos reaviva el duelo dormido en que los roles de víctima y asesino se trastocan una y otra vez. Este es un thriller agrio, atractiva visualmente en que los personajes están encerrados aunque estén apartados en un lugar exterior remoto. Tal vez le falta algo más de fuerza pero se sustenta por las interpretaciones de Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia y Laia Costa. El filme recibió el tercer puesto en el premio del público, se presentó en el festival de Málaga y se estrenará en salas a mediados de este mes de abril.
Viejo calavera
Esta es la ópera prima de Kiro Russo, director de cortometrajes premiados en festivales. El padre de Elder Mamani ha muerto y parece como si no le importara. Sigue bebiendo en karaokes, calles y metiéndose en problemas. Pero ya nadie quiere hacerse cargo de él. Lo único que le queda es la casa de su abuela en las afueras del pueblo minero. Su tío Francisco, que es también su padrino, tiene que cargar con él y le consigue un trabajo en la mina. Pero a Elder parece que no le interesa nada, siempre se equivoca cuando pelea con su padrino, se pierde en la oscuridad y no trabaja. De todas formas ahí dentro se ha enterado de historias oscuras de su tío. Este drama boliviano tiene tintes de documental por la realista descripción del mundo laboral en la mina, tiene un arranque potente pero quizás se nota que se trata de un debut en el largometraje, ya que la historia familiar y sentimental parece no quedar bien explicada, desorientada como lo está su protagonista. Considero que no fue uno de los mejores filmes que se presentaron en la sección oficial pero obtuvo menciones especiales en los festivales de Locarno y San Sebastián.
Esta es la ópera prima de Kiro Russo, director de cortometrajes premiados en festivales. El padre de Elder Mamani ha muerto y parece como si no le importara. Sigue bebiendo en karaokes, calles y metiéndose en problemas. Pero ya nadie quiere hacerse cargo de él. Lo único que le queda es la casa de su abuela en las afueras del pueblo minero. Su tío Francisco, que es también su padrino, tiene que cargar con él y le consigue un trabajo en la mina. Pero a Elder parece que no le interesa nada, siempre se equivoca cuando pelea con su padrino, se pierde en la oscuridad y no trabaja. De todas formas ahí dentro se ha enterado de historias oscuras de su tío. Este drama boliviano tiene tintes de documental por la realista descripción del mundo laboral en la mina, tiene un arranque potente pero quizás se nota que se trata de un debut en el largometraje, ya que la historia familiar y sentimental parece no quedar bien explicada, desorientada como lo está su protagonista. Considero que no fue uno de los mejores filmes que se presentaron en la sección oficial pero obtuvo menciones especiales en los festivales de Locarno y San Sebastián.
- Documentales:
Los ofendidos
Uno de los documentales más importantes que se presentaron es este film procedente de El Salvador dirigido por Marcela Zamora. A sus 33 años, su madre le contó que su padre, durante la guerra civil salvadoreña, había sido capturado y torturado durante 33 días por la Policía Nacional. Dos años más tarde tuvo el valor para preguntarle sobre esos días a él y a otros hombres y mujeres que habían sufrido su suerte. Estas personas no piden venganza, lo único que piden es que se conozca la verdad. El film pone el foco en la necesidad de reconstruir la memoria histórica a través de testimonios que dan cuenta de los crímenes perpetrados en la guerra civil de El Salvador durante los años 80. Este es trabajo de investigación complicado que estuvo en festivales como el de Mar de Plata y en la Muestra de cine de Lleida ha sido premiado como el mejor documental y obtuvo la primera posición en el premio del público.
El monstruo en la piedra
El artista y director catalán Ignasi Duarte firma este documental francés en que durante toda una noche y hasta el alba, el escritor argentino Alberto Laiseca accede a responder a preguntas que formuló a personajes de sus obras. Este interesante film, que fue premiado en L'Alternativa, el festival de cine independiente de Barcelona, recibió una mención especial del jurado presidido por Jordi Cano y el segundo puesto en el premio del público del certamen.
El artista y director catalán Ignasi Duarte firma este documental francés en que durante toda una noche y hasta el alba, el escritor argentino Alberto Laiseca accede a responder a preguntas que formuló a personajes de sus obras. Este interesante film, que fue premiado en L'Alternativa, el festival de cine independiente de Barcelona, recibió una mención especial del jurado presidido por Jordi Cano y el segundo puesto en el premio del público del certamen.
- Cortometrajes:
El hombre eléctrico
El premio a mejor cortometraje de la sección oficial de esta edición ha sido para este filme chileno dirigido por Álvaro Muñoz. Cuenta la historia de Gastón, que inventa el oficio de hombre eléctrico. Con una estrafalaria bicicleta ilumina momentos de la vida de las personas. En el desierto sólo cuenta con su madre postrada, por quien pedalea cada tarde para reproducir su canción favorita. Esta pieza ya estuvo en otros festivales y puede ayudar a mostrar que la cinematografía chilena es una de las más interesantes de latinoamericana y estuvo bastante presente este año en este certamen.
Graffiti
Uno de los cortometrajes más esperados (o el que más) para ver en esta Mostra es el de Lluís Quílez, que ganó el premio a mejor cortometraje europeo en el festival de Sitges, ganó el premio José María Forqué, fue nominado al premio Goya i Gaudí y pre-seleccionado a los Oscar. En mundo apocalíptico, una ciudad devastada, hay un último superviviente. Edgar ha aprendido a sobrevivir solo, evitando las zonas contaminadas por “el incidente” que acabó con la vida como la conocemos. Un día, un graffiti delata la presencia de otro superviviente, Anna, y mediante la palabra que da título al filme, se pueden comunicar. Este es un estupendo cortometraje, que llega a tocar la fibra del espectador, con el actor catalán Oriol Pla llevando el único y todo el peso actoral (aunque es joven y puede tener cara de aniñado, sorprende que su personaje sea adolescente), bien ambientado, con una fotografía grisácea de Isaac Vila y acompañada por la música de Arnau Bataller. Tal vez si este no hubiera sido el año de "Timecode", "Graffiti" pudiera haber tenido más reconocimientos.
Uno de los cortometrajes más esperados (o el que más) para ver en esta Mostra es el de Lluís Quílez, que ganó el premio a mejor cortometraje europeo en el festival de Sitges, ganó el premio José María Forqué, fue nominado al premio Goya i Gaudí y pre-seleccionado a los Oscar. En mundo apocalíptico, una ciudad devastada, hay un último superviviente. Edgar ha aprendido a sobrevivir solo, evitando las zonas contaminadas por “el incidente” que acabó con la vida como la conocemos. Un día, un graffiti delata la presencia de otro superviviente, Anna, y mediante la palabra que da título al filme, se pueden comunicar. Este es un estupendo cortometraje, que llega a tocar la fibra del espectador, con el actor catalán Oriol Pla llevando el único y todo el peso actoral (aunque es joven y puede tener cara de aniñado, sorprende que su personaje sea adolescente), bien ambientado, con una fotografía grisácea de Isaac Vila y acompañada por la música de Arnau Bataller. Tal vez si este no hubiera sido el año de "Timecode", "Graffiti" pudiera haber tenido más reconocimientos.
Yo no soy de aquí
Otro interesante cortometraje chileno es el dirigido por Maite Alberdi y Giedre Zickyte. Josebe es una anciana vasca con un carácter muy duro, que vive con otros ancianos en una residencia de personas mayores, en Santiago de Chile. Todos los días cree que es su primera jornada en el hogar, y cada día debe darse cuenta de que no lo es, así como también que no está en su país natal ni con su familia. Josebe está obsesionada con saber de qué parte del País Vasco vienen los demás ancianos que viven ahí con ella. El resto, confundidos, le responden que son chilenos. Después de más de un año en ese hogar, Josebe se descubre cada día que lleva viviendo más de 70 años en Chile, mientras sus recuerdos de juventud siguen muy vivos en su interior. Este es un bello filme en que al principio no parece ocurrir gran cosa, como puede pasar en el día a día rutinario en una residencia de ancianos pero al final llega a emocionar al espectador cuando se da cuenta de la situación de la anciana Josebe. Obtuvo el premio del público a mejor cortometraje documental y fue seleccionado como mejor corto europeo en los premios del cine europeo al tratarse de una coproducción con Dinamarca y Lituania, entre otros premios.
Otro interesante cortometraje chileno es el dirigido por Maite Alberdi y Giedre Zickyte. Josebe es una anciana vasca con un carácter muy duro, que vive con otros ancianos en una residencia de personas mayores, en Santiago de Chile. Todos los días cree que es su primera jornada en el hogar, y cada día debe darse cuenta de que no lo es, así como también que no está en su país natal ni con su familia. Josebe está obsesionada con saber de qué parte del País Vasco vienen los demás ancianos que viven ahí con ella. El resto, confundidos, le responden que son chilenos. Después de más de un año en ese hogar, Josebe se descubre cada día que lleva viviendo más de 70 años en Chile, mientras sus recuerdos de juventud siguen muy vivos en su interior. Este es un bello filme en que al principio no parece ocurrir gran cosa, como puede pasar en el día a día rutinario en una residencia de ancianos pero al final llega a emocionar al espectador cuando se da cuenta de la situación de la anciana Josebe. Obtuvo el premio del público a mejor cortometraje documental y fue seleccionado como mejor corto europeo en los premios del cine europeo al tratarse de una coproducción con Dinamarca y Lituania, entre otros premios.
Las cosas simples
También desde Chile se presentó este pequeño film en que Penélope es una funcionaria del Registro Civil que vive con su madre enferma de Alzheimer. Un día conoce a Ulises, un viejo indigente sin memoria ni registros a quien convence de que es su padre y que tiene que volver a casa para cuidar a su mujer. Escrito y dirigido por el debutante Álvaro Anguita, este es un apreciable trabajo que trata con humor cómo una hija recoge a un hombre para ayudarlo a él y a su madre pero cuando la familia del anciano le busca, se da cuenta de que no ha sido una buena idea. Protagonizado por la estupenda actriz Catalina Saavedra ("La nana"), el cortometraje estuvo en festivales como el de La Habana.
También desde Chile se presentó este pequeño film en que Penélope es una funcionaria del Registro Civil que vive con su madre enferma de Alzheimer. Un día conoce a Ulises, un viejo indigente sin memoria ni registros a quien convence de que es su padre y que tiene que volver a casa para cuidar a su mujer. Escrito y dirigido por el debutante Álvaro Anguita, este es un apreciable trabajo que trata con humor cómo una hija recoge a un hombre para ayudarlo a él y a su madre pero cuando la familia del anciano le busca, se da cuenta de que no ha sido una buena idea. Protagonizado por la estupenda actriz Catalina Saavedra ("La nana"), el cortometraje estuvo en festivales como el de La Habana.
Amazonas
Por úlltimo, cabe mencionar que también formó parte de la Muestra esta pieza bolibiana escrita y dirigida por Carlos Piñeiro, que es su último cortometraje. Celestino parte desde los Andes hacia Brasil en busca de nuevas oportunidades, pero no puede llegar a su destino. El hombre se queda en la frontera y es conminado a trabajar en la única lavandería del lugar, donde el cautiverio le revela el verdadero valor de su libertad. Quizás este no es un cortometraje muy bien logrado en su historia pero tiene una buena fotografía en grises y oscuros, fue seleccionado en festivales como el de Mar de Plata y ha sido premiado en certámenes argentinos.
Por úlltimo, cabe mencionar que también formó parte de la Muestra esta pieza bolibiana escrita y dirigida por Carlos Piñeiro, que es su último cortometraje. Celestino parte desde los Andes hacia Brasil en busca de nuevas oportunidades, pero no puede llegar a su destino. El hombre se queda en la frontera y es conminado a trabajar en la única lavandería del lugar, donde el cautiverio le revela el verdadero valor de su libertad. Quizás este no es un cortometraje muy bien logrado en su historia pero tiene una buena fotografía en grises y oscuros, fue seleccionado en festivales como el de Mar de Plata y ha sido premiado en certámenes argentinos.
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