El fin de semana pasado ha venido cargado de buenos estrenos. Uno de ellos aunque no ha sido muy anunciado y se ha estrenado en pocas salas, es el último filme dirigido por Shinsuke Sato, director japonés del que hace unas semanas se estrenó en España el anterior "I am a hero". Diez años han pasado desde la confrontación entre Kira y L. Una vez más, los Shinigamis envían libretas de muerte al suelo y debido a esto, el mundo pronto cae en el caos. Tsukuru es un miembro del equipo de fuerza especial sobre la investigación de las death notes con otros seis investigadores incluyendo a Matsuda, que experimentó el caso de Kira hace años. Los asesinatos masivos causados por las death notes se lleva a cabo en Wall Street en los EEUU, en Shibuya (Japón) y en otros lugares. El famoso investigador privado Ryuzaki también investiga los asesinatos en masa. A su vez, un virus informático llamado Kira se propaga en el mundo. El virus contiene el mensaje que dice que existen más death notes en el mundo. El enfrentamiento comienza entre la persona que quiere el avivamiento de Kira y las personas que quieren detenerlo. Estamos ante una adaptación al cine del manga de Tsugumi Ôba y Takeshi Obata, que es una secuela de "Death note: la película" y "Death note: el último nombre" del año 2006. Además, aparte del estreno que nos ocupa, del mismo año 2016 hay una precuela en forma de serie de televisión "Death note: new generation". "Death note: el nuevo mundo" es un aceptable thriller de acción que combina el aspecto policiaco con el fantástico. Tal vez dentro de la franquicia es un poco inferior a los anteriores filmes, pero durante más de dos horas se mantiene bien el ritmo, demuestra el pulso potente del cine japonés en este tipo de cintas y este estreno es una estupenda ocasión para adentrarse en el mundo sobrenatural que propone la saga. Esta es una buena sorpresa que gustará a los seguidores del manga japonés.
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