Naomi Kawase es uno de los pocos nombres del cine japonés cuyos films se estrenan con regularidad en España junto con Hirokazu Koreeda. Después de "Una pastelería en Tokio", la directora cuenta la historia de Misako (Ayame Misaki) que se gana la vida haciendo audiodescripciones de películas y está un poco desconectada de la sociedad y Nakamori (Masatoshi Nagase), un fotógrafo a punto de perder la vista. Con sus diferencias, estos dos individuos solo lograrán conectar a través del cine. Este es un amable y delicado drama romántico sobre el poder de las imágenes y de las palabras. Es una película luminosa, rodada con una luz que se diluye pero es un poco afectada, con momentos new age un poco cursis. Aunque no es de los mejores trabajos de Kawase como "El bosque del luto" se reconoce la lírica manera de filmar de la directora. El film se presentó en la sección oficial del festival de Cannes y de la Seminci de Valladolid.
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