Otro estreno importante viene firmado por Agnieszka Holland, una de las figuras más importantes del cine polaco con títulos como "Amarga cosecha", "Europa, "Europa", "Olivier, Olivier" o "In darkness", que además ha dirigido episodios de series como "The wire" o "House of cards". En su último film, Janina Duszejko, ex ingeniera, astróloga y vegetariana, vive en un pequeño pueblo en las montañas de Los Sudetes. Una noche encuentra un cadáver cerca de su casa. La víctima es un cazador furtivo que murió en extrañas circunstancias. Con el paso del tiempo, se encontrarán en la zona más cuerpos: todos ellos de cazadores que, según Janina, han sido asesinados por animales salvajes pero la policía comienza a sospechar de ella. Este es un drama con toques de humor excéntrico, en que el aspecto del thriller no está muy bien llevado y su desenlace puede ser discutible. Aun así, la película, que confronta unos cazadores crueles de animales con la defensa de sus derechos, tiene una atmósfera conseguida y se beneficia de la excelente interpretación de la protagonista Agnieszka Mandat-Grabka, que obtuvo la Espiga de plata a la mejor actriz en la última Seminci de Valladolid. Además, el film recibió el premio Alfred Bauer en el festival de Berlín de este año, un premio que acostumbra a ir a propuestas arriesgadas. En definitiva, esta es una película triste que mezcla géneros (algo que no me desagrada) pero no acaba de quedar bien llevada y no es de las mejores de su interesante directora.
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