Después
del díptico “Nymphomaniac” Lars von Trier ha dirigido este film
en que en Estados
Unidos en la década de 1970, seguimos al brillante Jack durante un
período de doce años, descubriendo los asesinatos que marcarán su
evolución como asesino en serie. La historia se vive desde el punto
de vista de Jack, quien considera que cada uno de sus asesinatos es
una obra de arte en sí misma. Esta es una provocativa, cruel y
violenta coproducción danesa dividida en capítulos, contada en dos
voces en off y con referencias a manifestaciones artísticas. La
película es un poco larga de metraje, quizás mejor a nivel visual
que narrativo, en que resulta un poco redundante, pero es una
propuesta sincera del director y destaca el epílogo final. Matt
Dillon realiza uno de sus mejores papeles como el alter ego del
director, acompañado de Bruno Ganz, Uma Thurman y Riley Keough. El
film se presentó fuera de concurso en los festivales de Cannes y de
Sitges y puede gustar a los seguidores del cineasta.
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