Kristen Stewart como Lady Di
En los últimos años ha habido una presencia de proyectos alrededor de la figura de Lady Di como la serie “The Crown” y un musical, además del pasable film “Diana” con Naomi Watts. Pablo Larraín, después la notable ·”Ema” que vi antes de la pandemia y codirigir la miniserie “El Presidente”, el mismo año en que ha presentado la miniserie “La historia de Lisey” ha estrenado este largometraje escrito por Steven Knight. Cuenta la historia de un fin de semana crucial a principios de los años noventa, en 1991, cuando la princesa Diana -de nombre Diana Frances Spencer- decidió que su matrimonio con el príncipe Carlos no estaba funcionando, y que necesitaba desviarse de un camino que la había puesto en primera fila para algún día ser reina. El drama tiene lugar durante tres días, en una de sus últimas vacaciones de Navidad en la Casa de Windsor en su finca de Sandringham en Norfolk, Inglaterra, cerca de la que fue su casa familiar.
Esta coproducción británica es un más que interesante drama que no es el típico biopic al uso sobre la que fue princesa de Gales, ya desde el breve periodo de tiempo en que sucede la acción y por anunciarse al inicio como una fábula sobre una tragedia real. La película tiene un tono malsano, incluye metáforas con elementos como el faisán y las perlas. Transmite el agobio que sufre una mujer que no se adapta a las reglas, el exigente protocolo y los remilgos de la realeza por muy confortable o lujosa que sea la vida en palacio; la preparación de las comidas se realizan como si fueran operaciones militares. La cámara parece atrapar a la protagonista como ella se siente así y su antagonista sería la institución, la Corona entera más que uno de los miembros de familia como su marido Carlos o la reina Isabel II. El espectador observa el estado inestable a la deriva de Diana hasta el punto de acercarse al cine de género pero no va más allá, algo que hubiera sido interesante. También es importante la figura de su padre, de ahí su apellido que da título al film.
Después del éxito de la saga “Crepúsculo” Kristen Stewart (que no me parecía una gran actriz), acertó en proyectos interesantes de cine de autor como “Viaje a Sils Maria” (por el que ganó el premio César siendo la única estadounidense en lograrlo), “Personal shopper” (ambos de Olivier Assayas) y “Café society” de Woody Allen. Me parecía una actriz con registros limitados pero que podía ser bien dirigida por grandes directores. En esta ocasión, al principio me dio la sensación que K. Stewart imitaba a Diana pero logra una actuación intensa y emotiva aunque no me convence mucho en su papel de madre, quizás porque no pasa por un buen momento. La actriz está bien acompañada por un reparto formado por Jack Farthing, Timothy Spall, Sally Hawkins y Sean Harris. Cabe señalar también aspectos como la fotografía, la música compuesta por Jonny Greenwood (responsable también de la de “El poder del perro”) y el diseño de vestuario.
El film se presentó en la pasada Mostra de Venecia, ha obtenido cinco nominaciones a los Satellite awards incluyendo mejor largometraje y actriz, quizás sea nominado a los premios BAFTA en varias categorías y Stewart es favorita en la temporada de premios aunque para mi gusto es mejor intérprete Jessica Chastain. Esta propuesta puede gustar sobre todo a los interesados en la figura de Lady Di y a los fans de la actriz.
Valoración: 7
Lo mejor: la realización envolvente de Larraín y la actuación magnética de K. Stewart.
Lo peor: esperar un biopic convencional.
Cabe decir que no se dice de manera muy explícita los motivos del estado de la protagonista aunque se intuyen. Quizás recupera la chaqueta de su padre y visita la antigua casa familiar porque necesita volver a sus raíces al sentirse atrapada en el palacio. En 1991, Diana ya sabía que su marido le regalaba lo mismo a ella y a Camilla Parker Bowles. Está claro que el príncipe Carlos no amó a Lady Di pero tampoco he oído que ella sí amara a su esposo. Además, me ha sorprendido el personaje de Sally Hawkins y su confesión a Diana. Sabiendo que en la vida real al menos pudo divorciarse aunque es significativa vista ahora la frase “¿Crees que me matarán?”, el final es esperanzador y fue el inicio de querer separarse de la familia real.
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