Un film estadounidense que se ha estrenado en cines es el debut cinematográfico escrito y dirigido por Rosalind Ross. Cuenta la historia de Stuart Long, un boxeador convertido en sacerdote que inspiró a innumerables personas durante su viaje desde la autodestrucción hasta la redención. Cuando una lesión pone fin a su carrera como boxeador amateur, Stuart Long se muda a Los Ángeles soñando con ser actor. Allí conoce a Carmen, una maestra de escuela dominical católica que parece inmune a sus encantos. Decidido a conquistarla, el agnóstico de toda la vida comienza a ir a la iglesia para impresionarla, y así comienza un proceso en el que se plantea si puede reconducir su vida ayudando a otros a encontrar su camino. Este es un más bien irregular drama biográfico sobre un personaje real y religiso acerca de la fe que intenta dar dignidad al padre Stu pero el resultado es previsible y superficial. Aun así, se nota el esfuerzo en el reparto de actores encabezado por Mark Wahlberg que engordó kilos para el papel pero que no me convence dando sermones, Mel Gibson como su padre en la ficción y Jacki Weaver como su madre. La propuesta puede gustar a los interesados en films de esta temática.
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