En la cartelera española se han estrenado varios títulos que podemos destacar. Uno de ellos es el debut coescrito y dirigido por Lena Lanskih. Vika, de catorce años, vive en una pequeña ciudad de provincias de la región rusa de los Urales. Recolecta frutos del bosque que crecen en los humedales y ayuda a su madre a venderlos en un mercado callejero. Le gustan las clases de coreografía de la escuela. Y tiene un bebé del que nadie debería saber nunca nada. La película rusa de cine independiente es un notable drama adolescente de provincias que resulta duro, logra ser intenso e incómodo en su descripción de una sociedad sin amor (como en precisamente el más que notable film “Sin aamor” de Andrey Zvyagintsev) y posee un final potente. El film ganó el premio a mejor largometraje en la sección Nuevos directores del festival de San Sebastián del año pasado y recomiendo verlo en las pocas salas en que se haya estrenado. Aprovecho para decir que estoy en contra del boicot a la cultura rusa por el simple hecho de la guerra que ha provocado el país, ya que hay que saber separar en este caso el cine de la política, otro caso sería el de artistas rusos que estuvieran a favor del conflicto.
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