miércoles, 12 de marzo de 2025

Queer * * * *

 


En busca de lo incorpóreo

  En una breve escena de la película “Brokeback mountain”, el personaje de Jack Twist se adentra en una calle oscura de México quedando de manera implícita sus aventuras sexuales. Eso es lo que muestra sobre todo el inicio de este largometraje dirigido por el prolífico Luca Guadagnino que se estrenó a inicio de enero en España meses después de “Rivales”. En el año 1950, William Lee, un expatriado estadounidense de unos cincuenta años en Ciudad de México, pasa sus días casi solo, salvo algunos contactos con otros miembros de la pequeña comunidad estadounidense. Su encuentro con Eugene Allerton, un joven estudiante recién llegado a la ciudad, le muestra, por primera vez, que finalmente podría ser posible establecer una conexión íntima con alguien.

Esta coproducción italiana rodada en su mayor parte en los estudios Cinecità de Roma que recrearon un barrio de México es un drama en que el guionista Justin Kuritzkes (guionista del anterior título del director “Rivales”) adaptó la novela breve del escritor William Burroughs que guarda cierto paralelismo con el personaje protagonista por lo que sería su alter ego. Si en la excelente película “Call me by your name” Guadagnino hablaba del deseo en la juventud, el primer amor y el posterior desengaño, esta vez trata el deseo de los cuerpos en el encuentro amoroso improbable entre un señor maduro y un joven unos treinta años menor de una manera más oscura y ambigua en su relación ya que por un lado, observamos la represión sexual que sufre Lee en un contexto determinado y por el otro, no queda claro lo que siente el personaje de Eugene Allerton por su compañero más mayor. Para Lee es importante el tacto y logran crear una intimidad sexual aunque sea pasajera.

Aparte de la aceptable ambientación de época, la fotografía y la música de nuevo compuesta por Trent Raznor y Atticus Ross (mejor cuanto más se libera de lo convencional de la trama), hay que destacar la gran interpretación del actor Daniel Craig que nos hace olvidar su papel de James Bond en la saga, bien acompañado de Drew Starkey (“Hellraiser”) como el joven Eugene, así como de los destacados personajes secundarios interpretados por Jason Schwartman como el amigo de Lee y Lesley Manville como la doctora Cotter en un pintoresco papel.

“Queer” se presentó el año pasado en la sección oficial de la Mostra de Venecia, fue elegido como uno de los diez mejores títulos del año por el National Board of Review donde D. Craig fue premiado como mejor actor, fue nominado a los premios del cine europeo, los Critics choice y el sindicato de actores a mejor actor, así como al Globo de oro y Satellite award a mejor actor principal en drama si bien Craig quedó fuera del quinteto de mejor actor protagonista en los Oscar. Así pues, estamos ante una propuesta recomendable para el público LGTBI que aunque no sea de las más redondas de Guadagnino, es una muestra más del buen hacer de uno de los directores más interesantes del panorama cinematográfico.

Valoración: 8

Lo mejor: la actuación de Daniel Craig y lo estimulante de la película.

Lo peor: que la tercera parte cause rechazo al espectador.

 

Cabe señalar que mientras el libro inacabado “Diferente” no narraba el viaje a la selva amazónica de Lee en busca de una especie de ayahuasca o “yagé” para tener telepatía, la adaptación cinematográfica lo explicita en la tercera parte de la película que resulta un tanto desconcertante y entiendo que sea excesiva para los espectadores. Creo que esas escenas en la selva no rompen tanto con lo anterior narrado, ya que el personaje de Lee padece cierto sueño con su esposa muerta que ya deja entrever un aspecto más allá de lo real.  Personalmente, llegado a ese punto del metraje, es cierto que el ritmo se ralentiza un poco pero como espectador me resulta estimulante cómo el director maneja el lenguaje cinematográfico y muestra una experiencia trascendental en la vida del protagonista. En este sentido, con la ayuda de la Dra. Cotter, Lee y Eugene entran en una experiencia en que logran fundir sus cuerpos hasta hacerse invisibles. Luego ambos toman caminos por separado y finalmente en el epílogo vemos a Lee envejecido y solo en la habitación de hotel donde tuvo prácticas sexuales pero le queda el recuerdo de esa experiencia satisfactoria que guarda en su interior para siempre. 

 



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