Se ha estrenado en cines comerciales el último título dirigido por Mel Gibson cuyo anterior largometraje fue “Hasta el último hombre”. Un piloto transporta en su avioneta a una teniente general que custodia a un testigo que va a testificar en un juicio contra la mafia. A medida que atraviesan las montañas de Alaska, las tensiones se disparan, ya que no todas las personas a bordo son quienes parece ser. Y a tres mil metros de altura no hay escapatoria posible. La película estadounidense es un modesto thriller de acción que fue rodado en 22 días en una localización limitada que resulta eficaz, entretenido y sin muchas pretensiones. La propuesta ofrece tensión y adrenalina, si bien el guion es mejorable (no escrito por Gibson). El reparto está encabezado por Mark Wahlberg (no muy atinado), Michelle Dockery y Topher Grace, estos acertados en sus papeles. Quizás uno espera más de Mel Gibson como director a tenor de su filmografía y espero que sus próximos proyectos como cineasta en “La resurrección de Cristo” y “Arma letal 5” estén a la altura.
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