Las reuniones familiares en una casa
para tomar una decisión importante o en que una celebración da pie
a discusiones y afloran sentimientos siempre es materia jugosa en las
obras de ficción. El director Bille August, que hace años fue
premiado con dos Palmas de Oro por "Belle, el conquistador"
y "Las mejores intenciones", por la que también logró el
Oscar, y que en los últimos años habían perdido el buen pulso (su
anterior película "Tren de noche a Lisboa" obtuvo malas
críticas"), sabe bien que este mecanismo de personajes reunidos
en un lugar funciona. En este caso además hay como tema de fondo el
de una anciana madre que ha decidido dejar de vivir antes que ver
cómo su irreversible enfermedad la deja sin mobilidad. Sus dos
hijas, en un principio, tienen actitudes diferentes ante la
despedida: mientras que la hija mayor acepta lo que va a ocurrir
haciéndose la fuerte e intentando controlar la situación, su
hermana más joven no quiere que su abuela fallezca antes de tiempo.
A medida que avanza el trascurso del último fin de semana todos en
familia antes del triste desenlace, el comportamiento de las hijas
evolucionará. En este sentido, este cambio de actitud al revés me
recuerda un poco al que tienen las dos hermanas protagonistas de
"Melancholia" de Lars von Trier, aunque en ese caso tenía
lugar ante un hecho catastrófico fuera del alcance humano. La cámara
de August deja observar a sus personajes sin un tratamiento afectado
en el que podría haber caído este tipo de historia, no toma partido
ante un tema como la eutanasia, lo trata con cierta delicadeza.
Aunque está realizada de manera convencional y sabemos de antemano
el final que ha preparado el matrimonio de abuelos, podemos apreciar
la manera en que se suceden los hechos hacia el tramo final en que
está en peligro el objetivo acordado. Por otro lado, el elenco
actoral hace un buen trabajo, sobre todo las actrices: Ghita Norby
como la madre enferma que mantiene si dignidad y Paprika Steen y
Danica Curcic como la hermana mayor y la menor, hacen creíbles sus
personajes, si bien esta última tiene una carga más dramática de
puertas para afuera. El director parece recuperar parte de su talento
en esta cinta que fue bien recibida en el festival de San Sebastián
del año pasado y logró entrar en el palmarés con el premio de
interpretación a la actriz P. Steen (vista en films dogma de
Vinterberg como "Celebración") que bien podría haber
compartido con su madre en la ficción. Esta es una película
sensible que habla de la vida y hace pensar en los seres queridos que
podemos perder.
Valoración:
7
Lo mejor: el planteamiento de la historia y el
trabajo de G. Norby y P. Steen.
Lo peor:
la realización de August no va más allá de ser correcta.
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