Ricki * *

Jonathan Demme es un director un poco irregular que tuvo éxitos oscarizados como "El silencio de los corderos" y "Philadelphia", Anne Hathaway logró su primera nominación al Oscar por "La boda de Rachel", el realizador hizo un aceptable remake de "El mensajero del miedo" pero también tiene algunos títulos flojos como "Casada con todos" o "La verdad sobre Charlie". Ahora ha estrenado un film acerca de una artista de rock que se convirtió en estrella. Ya hace años Demme se aproximó al ámbito musical en documentales de Neil Young y ahora realiza un drama más bien convencional sobre una guitarrista que visita a su hija para ayudarla en su divorcio, a petición de su ex-marido. Está escrito por la guionista oscarizada por Juno Diablo Cody, pero lejos de los notables guiones de esa película o de "Young adult", protagonizada por Charlize Theron. Y es que no es muy creíble una historia sobre una madre de tres hijos en que no se explica el pasado de esa familia y en que se contrapone ese estilo de vida corriente con el de una estrella de rock lejos de sus seres queridos de manera muy simple, sin explicar motivos. Lo mismo diría si en vez de tratarse de una mala madre, fuese el padre. La película tiene buenos momentos musicales pero las escenas de drama familiar con toques de humor no pasan de ser correctas y podrían haber dado más de sí. Lo mejor es Meryl Streep, que interpreta con fuerza a una artista aunque parece que no toque muy bien la guitarra, instrumento que ha practicado para la película. Es probable que por este papel llegue a ser nominada al Globo de Oro en la categoría de comedia o musical, pero de cara a los Oscar quizás tenga posibilidades en el próximo estreno "Sufragistas". La gran actriz ya demostró sus dotes de cante en "Mamma mia!" o la reciente "Into the woods", es una actriz valiente que acepta retos, pero también es cierto que su situación en la industria es privilegiada y que también hay otras actrices veteranas como Helen Mirren, que merecen papeles de más notoriedad. La protagonista está acompañada por la también actriz Mammie Gummer y juntas son madre e hija en la ficción y en la vida real, además del actor Kevin Kline como el padre de familia. El film deja una sensación agradable y gustará sobretodo al público más mayor y a los seguidores de Streep.