martes, 22 de septiembre de 2015

El virus de la por * * *

 El veterano y prolífico cineasta catalán Ventura Pons regresa con un estreno casi por año, muy parecido al caso de Woody Allen. El director de "El porqué de las cosas", "Caricias", "Amor idiota" o "Forasteros", cuya anterior cinta fue el documental "Ignasi M.", vuelve al terreno de la ficción cinematográfica tras "Año de Gràcia" con este drama escritor por Josep Maria Miró y el propio Pons. Cuenta la historia de un grupo infantil de natación que un día nadan sin cinturón y acusan al monitor de dar un beso a un niño, algo que ha visto una niña. La duda radica en si se trata de un simple gesto de afecto del monitor al niño asustado o hay algo más grave que puede relacionarse con aprovecharse de un menor o con la homosexualidad. Este hecho hace que los padres se preocupen, la directora del club de natación se enfrenta a un dilema y pide explicaciones al monitor, cuyo compañero se desentiende de él y no se pronuncia. El silencio del otro monitor es el de la conformidad, el de las mayorías sumisas. En este sentido, el director, que abiertamente ha manifestado estar a favor del proceso independentista en Catalunya, puede querer hacer entender que "El virus de la por" tenga una lectura de rebelarse a la conformidad y alzar su propia voz, además que el título hace referencia a una posible postura política del miedo que Pons rechaza. El planteamiento de la película es parecido al de la nominada al Oscar "La caza" de Thomas Vinterberg, protagonizada por el ganador del premio a mejor actor Mads Mikkelsen por este film danés. "El film que nos ocupa es interesante en cuanto que habla de que la sospecha alimenta el miedo y éste genera violencia. Trata de la relación entre los prejuicios de la sociedad y la comunicación social, en que en un momento en las redes sociales o por Internet se pueden vertir difamaciones o falsas verdades. Aunque la realización tiene un aire a telefilm que no le beneficia y no es una película redonda, vale la pena verla por lo que cuenta con precisión y por las interpretaciones de los actores. En este sentido, Roser Batalla como la directora del centro hace una actuación con tensión contenida en su rostro, que podría hacer que ganara el premio Gaudí de la próxima edición de la academia de cine catalán, bien acompañada por Rubèn de Eguia, que interpreta al monitor. No es de las mejores en la filmografía de Ventura Pons, pero gustará a los interesados en su temática y a los seguidores del director. 


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