Esta semana se han
estrenado dos films españoles. Uno de ellos es de animación,
"Atrapa la bandera", dirigido por Enrique Gato, que intenta
conseguir parte del éxito que obtuvo con Tadeo Jones" con una
propuesta comercial, bien realizada pero con guión mejorable. Por
otro lado, llega a la cartelera la última película de Fernando León
de Aranoa, el máximo exponente del cine con temática social que tan
buenos resultados dio en films como "Barrio", "Los
lunes al sol" o "Princesas" sobre grupos diferentes,
cuya última película fue la más bien discreta y que obtuvo poca
repercusión "Amador". Con un título irónico, ahora se
centra en unos cooperantes en una zona en conflicto de los Balcanes
que intentan sacar un cadáver de un pozo en que el agua está
contaminada. Esta es la propuesta más ambiciosa de su director, que
deja de lado una cámara que sigue más a sus personajes, para
ofrecer encuadres más generales, en una fotografía a cargo de Álex
Catalán, premiado por "La isla mínima". Aranoa acierta en
expresar la sinrazón de la guerra en una película en que no hay
ninguna escena de muerte o de acción bélica, pero en la que se
perciben las consecuencias de un conflicto de ese calibre. También
es una obra un tanto singular, extraña, que tiene momentos de humor
sutil. También tiene una música que no logra acompañar como es
debido a la narración, que parece incrustada para ayudar a la
emoción, aunque sea realizada por el buen compositor Arnau Bataller,
que puso la música a films como "REC 4 Apocalipsis" o a la
serie "Polseres vermelles". En cuanto al elenco de actores,
Aranoa dirige a su reparto más internacional, en consonancia con los
parámetros del film. Cada uno de los personajes tiene una misión en
común pero sus propios asuntos también: Mambrú (otra excelente
actuación de Benicio del Toro) quiere volver a su tierra, Katya
(Olga Kurylenko) amó a Mambrú y está más pendiente de él que de
su trabajo, B (interpretado con un poco de exceso por Tim Robbins)
está afectado por la guerra, o Sophie tiene buenas intenciones en su
servicio (Mélanie Thiérry transmite la inocencia de su personaje).
Incluso aparece el actor Sergi López en un papel poco desarrollado.
Presentada en la Quincena de realizadores del pasado festival de
Cannes, esta es una bienintencionada obra de Aranoa, realizada de
manera un poco fría, que gana en secuencias más que en conjunto,
pero cuya labor es digna de ver como película y por lo que cuenta,
uno de los títulos españoles del año que es probable esté
presente en próximos premios.
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