sábado, 3 de junio de 2023

Extraña forma de vida * * * *


El sheriff y el ranchero

Después del notable film “Madres paralelas” el guionista y cineasta Pedro Almodóvar ha vuelto a realizar un cortometraje en inglés como ya hiciera en “La voz humana”. Un hombre cruza a caballo el desierto que le separa de Bitter Creek. Viene a visitar al Sheriff Jake. Veinticinco años antes, ambos -el sheriff y Silva, el ranchero que cabalga a su encuentro- trabajaron juntos como pistoleros a sueldo. Silva viene con el pretexto de reencontrarse con su amigo de juventud, y en efecto celebran su encuentro, pero a la mañana siguiente el sheriff Jake le dice que la razón de su viaje no es el recuerdo de su vieja amistad.

Esta coproducción española es un western gay en que el director manchego de alguna manera salda su “deuda” con este género años después de no dirigir “Brokeback mountain”. Como suele ocurrir, su filmografía está interconectada y, de alguna manera, el reencuentro de dos amantes en el pasado se relaciona con el de los personajes de A. Banderas y L. Sbaraglia en “Dolor y gloria” pero con un componente de peligrosidad.  Los códigos del western están en esta pieza con la llegada de alguien a un pueblo y la localización (en el desierto de Almería) y Almodóvar los lleva a su estilo característico con una elipsis sexual, un flashback dionisiaco sobre el inicio del deseo, rodeado de su equipo habitual con una fotografía de colores intensos a cargo del maestro José Luis Alcaine, el acompañamiento de la destacada música compuesta por Alberto Iglesias (con toques de violín que puede recordar a la “La piel que habito”) y el vestuario de Saint Laurent, quizás demasiado impoluto como los decorados. Además, cuenta con un atractivo reparto de actores en su mayoría masculino encabezado por Ethan Hawke como Jake y Pedro Pascal como Silva, con Jason Fernández (“Libertad”) y la participación de Pedro Casablanc (con su potente voz), Manu Ríos (miniserie “la edad de la ira”) y Sara Sálamo.

El film se presentó en la sección oficial fuera de concurso en el último festival de Cannes pese a tratarse de un cortometraje y supone un paso más antes del ansiado para sus seguidores primer largometraje en inglés del realizador. Así pues, estamos ante otra más que aceptable obra almodovariana y uno de los títulos españoles más destacados del año.

Valoración: 8

Lo mejor: las actuaciones de la pareja protagonista.

Lo peor: que solo dura media hora.

 


No recomiendo mucho ver el cortometraje si antes se han visto imágenes o el tráiler del mismo porque da la sensación de que no sorprende excepto la escena del disparo; me refiero, por ejemplo, a la buena escena final que tiene una frase para el recuerdo.

Podemos observar cómo el momento en que el personaje de Jake está en la bañera puede recordar al de la piscina del protagonista de “Dolor y gloria” (otro film masculino del director). O cuando el personaje de Silva menciona que tiene molestias en la espalda puede ser una característica del propio director y preguntarnos si se trata de su alter ego en la ficción.

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