En la plataforma de Netflix se han estrenado varios títulos a principio de junio que podemos señalar como la comedia turca “Sé tú misma”. Uno de ellos es el proyecto realizado por Amanda Sans, documentalista responsable de títulos como el telefilm “El Banderas del porno”. El que nos ocupa narra, veinte años después, cómo se fraguó el último asesino en serie de Madrid y el más famoso en la historia de España. Su particular modus operandi de identificar sus crímenes con naipes de copas de la baraja española propició, al mismo tiempo, la atención de los medios de comunicación y la histeria de la ciudadanía. A lo largo de sus tres capítulos, esta docuserie disecciona un caso que aglutina alarma social, tensión política, presión mediática, palos de ciego en la investigación, detenciones apresuradas, líneas telefónicas caóticas o ruedas de reconocimiento fallidas. En un caso donde el fenómeno mediático alrededor del asesino eclipsó a las víctimas, por primera vez, la docuserie incorpora los testimonios de los supervivientes, que reivindican su lugar en la historia para contar cómo vivieron ellos unos hechos que han marcado por completo su vida (en una historia que, para algunos, sigue sin resolverse). Esta miniserie española de no ficción formada por tres episodios sobre crímenes reales presenta a víctimas que están en primer plano, puede gustar a los interesados en este tipo de producciones y Netflix asuele estrenar true crimes. La propuesta engancha al espectador desde el principio aunque le falta más rigor periodístico y se acerca al morbo barato.
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