El director de “El gran showman” Michael Gracey ha coescrito y dirigido este largometraje estrenado en cines. Cuenta la historia de Robbie Williams, uno de los mejores artistas del mundo, las experiencias que lo convirtieron en quien es y los demonios con los que luchó tanto dentro como fuera del escenario. Así, narra el ascenso, caída y resurgir de la estrella del pop, de su humilde infancia en Staffordshire, pasando por sus años en la banda Take That hasta su mítico concierto en el Royal Albert Hall. Esta coproducción británica es un disparatado y enérgico biopic musical en que el director retrata a un hombre inseguro que sale de unas adicciones no resueltas y una relación disfuncional con su padre. El director equilibra el glamour de la industria musical con la crudeza de las crisis personales del cantante y la película resulta muy entretenida. Cabe señalar a Robbie Williams en versión mono creado por CGI, sus canciones y los colores vibrantes. El film estuvo en el pasado festival de Toronto, fue nominado al Globo de oro a mejor canción original, al Critic choice a mejores efectos visuales, al premio Annie a mejor animación de personaje en una película no animada y obtuvo múltiples nominaciones a los premios del cine australiano incluyendo mejor película, dirección, actor para Jonno Davies, actor de reparto (Damon Herriman), actriz de reparto (Kate Mulvany), guion original, fotografía, montaje, música original, sonido, diseño de producción, vestuario y efectos visuales.
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