Un título que se estrenó en cines españoles es el tercer trabajo escrito y dirigido por Halina Reijn tras “Muerte, muerte, muerte”. Romy es una alta ejecutiva que inicia una ardiente aventura de sexo extremo con su joven becario Samuel, a espaldas de su marido Jacob. Romy invertirá su rol habitual en el trabajo, pasando de ser quien da las órdenes a disfrutar siendo sometida en la cama. Esta relación extramatrimonial le permitirá encontrar el camino hacia su libertad sexual, a pesar del riesgo y los prejuicios. Esta coproducción estadounidense es un atrevido y retorico drama erótico que recupera este subgénero de los años ochenta y noventa pero al revés: ofrece una mirada feminista sobre el deseo y plantea cuestiones sobre el ejercicio del poder. Cabe decir que la directora se mete en terrenos turbios de los que no es fácil salir airoso. La película tiene una realización elegante aunque un poco fría, la fotografía tiene tonos cálidos y contrastes de luz y sombra y destaca la interpretación de Nicole Kidman, actriz que a pesar de su status y madurez todavía se enfrenta a proyectos valientes como este, bien acompañada del joven Harris Dickinson como el becario y Antonio Banderas como el esposo de Romy. Así pues esta es una propuesta incorrecta surgida del #meToo que entiendo que divida al público. El film se presentó en la sección oficial de la pasada Mostra de Venecia donde ganó la Copa Volpi a mejor actriz para N. Kidman, fue elegido como uno de los mejores títulos del año por el National Board of Review donde también fue premiada la actriz, fue nominado a los premios Gotham a mejor película e interpretación protagonista y Kidman fue nominada al Globo de oro y el Satellite award a mejor actriz de drama aunque en las últimas semanas fue ausente en los BAFTA, los SAG y los Oscar donde no han sido nominadas varias estrellas como ella.
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