Un título estrenado en salas españolas es el coescrito y codirigido por Ludovic y Zoran Boukherma que realizaron “Teddy” hace unos años. En agosto de 1992, una tarde sofocante en un valle perdido del este de Francia, Anthony (de catorce años) y su primo, matan el aburrimiento junto al lago, donde se encuentran con Steph y Clem. Para Anthony, este será el verano de su primer amor, el que lo define todo. El momento agridulce de la vida que marca el fin de la infancia y la mayoría de edad. Pero también está Hacine, un joven rebelde del barrio. Y una motocicleta que le roba a Anthony, que cambia toda su vida. A lo largo de cuatro veranos cruciales, los destinos de Anthony, Steph y Hacine se cruzan, chocan y se entrelazan. Y en medio de todo este torbellino, el amor intentará encontrar su camino… Se trata de la adaptación de la novela de Nicolas Mathieu y se estructura en cuatro etapas separadas por elipsis de dos años. El largometraje francés es un drama de iniciación que pasa de la trama romántica a reflexionar sobre las oportunidades perdidas. La película peca de la ambición de querer contarlo todo y quizás hubiera sido mejor utilizar elipsis y acortar un poco las más de dos horas de metraje. La propuesta intenta ser emotiva pero tiene un tono que puede resultar pesado. El reparto juvenil está formado por Paul Kircher, Angelina Woreth (“Just kids”) y Sayyid El Alami (miniserie “El caso Oussekine”) y cuenta con Gilles Lellouche y Ludivine Sagnier. El film fue premiado a mejor actor emergente para P. Kircher en la Mostra de Venecia del año pasado donde obtuvo críticas irregulares en la sección oficial y ganó el Giraldillo de oro a mejor película (quizás un premio excesivo) y el premio a mejor actor en el festival de cine europeo de Sevilla.
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