Un título estadounidense que se estrenó la semana pasada es el segundo largometraje dirigido por David Midell que debutó con “El asesinato de Kenneth Chamberlain”. Cuando una joven es poseída por una entidad demoníaca implacable, dos sacerdotes con pasados muy distantes deben unir fuerzas para salvarla. Uno es un veterano exorcista atormentado por su propio fracaso en un caso anterior. El otro un sacerdote joven, lucha contra sus dudas y una fe que se tambalea. Juntos se adentrarán en un ritual que pondrá a prueba sus creencias, su cordura y sus vidas. Basada en hechos reales, la más bien anodina película estadounidense de terror se suma al cine de posesiones y exorcismos, habla de la pérdida de fe e intenta ser realista pero no aporta nada nuevo. La propuesta está realizada con sobriedad y realismo y cabe señalar la fotografía y los efectos especiales. El film está protagonizado por los actores Al Pacino y Dan Stevens, acompañados de las actrices Ashdey Greene (“Infiltrado”) y Abigail F. Cowen (“Amor redentor”).
No hay comentarios:
Publicar un comentario