Después
de "Aguas tranquilas", que se estrenó en España hace unos
meses, llega en las carteleras la última película de la directora
Naomi Kawase, que se presentó en la sección "Un certain
regard" del festival de Cannes y la directora ganó el premio a
la mejor dirección en la pasada Seminci de Valladolid. La película
cuenta la historia de una anciana que se ofrece a ayudar a Sentaro,
que tiene una pastelería en la que sirve dorayakis (unos pastelitos
con una salsa llamada "An", que es el título original del
filme. La mujer tiene un don especial para hacer esta salsa y gracias
a su receta secreta, el negocio mejora. Kawase vuelve a demostrar por
qué es una de las directoras con una mirada más singular a nivel
internacional (además de ser una de las mejores de su país): su
mirada es sensiblemente poética, el ritmo es pausado y, en concreto
en su nuevo filme, ensalza los valores de tranquilidad y tolerancia y
el arte gastronómico hace que los personajes principales,
solitarios, se unan y abran sus corazones a heridas del pasado. La
actriz Kirin Kiki en el papel de la anciana resulta entrañable en la
obra más accesible para el gran público de Kawase, aunque no es de
las mejores que tiene en su haber como "El bosque del luto".
Gustará a los seguidores de la realizadora y ojalá el filme haga
que se conozca más su figura.
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