El director David Guggenheim,
que sobre todo se ha hecho un nombre por sus documentales como el
oscarizado "Una verdad incómoda" sobre el cambio
climático, dirige este documental sobre la figura de la chica
paquistaní Malala Yousafzai, una activista señalada como objetivo
de los talibanes, que recibió un disparo en la cabeza pero que
consiguió sobrevivir, aunque con una parte de la cara paralizada.
Convertida en la ganadora más joven del premio Nobel de la Paz, es
cofundadora del Fondo Malala y defensa la educación de las niñas en
diferentes lugares del mundo. El filme tiene buenas intenciones, el
mensaje de una valiente joven es incontestable. Sin embargo, está
contado con poca fuerza y el director se deja llevar por la
admiración de la protagonista de manera un poco excesiva y sin ir
más allá sobre las consecuencias de su lucha. Eso sí, tiene valor
como documento que pone en relieve una historia real que puede llegar
a la gente que la desconozca.
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