Tengo que reconocer que tenía
puesta alguna esperanza con este estreno, la producción española
más cara del año, aunque esté dirigida por Fernando González
Molina, responsable de títulos pésimos como "Tres metros sobre
el cielo" y "Tengo ganas de ti". Su estreno después
de conocerse las nominaciones a los premios Goya me hicieron pensar
que podría tener muchas candidaturas técnicas como fue el caso de
"Las brujas de Zugarramurdi" pero las cinco nominaciones
que ha conseguido me parecen más que suficiente. La historia
es interesante: en 1953 Killian y su hermano viajan de España a
Fernando Poo, una antigua colonia española en Guinea Ecuatorial.
Allí están su padre, que en la finca Sampaka cultiva uno de los
mejores cacaos del mundo. Muchos años después, Clarence es una
joven que descubre una carta olvidada que hace que viaje de Huesca a
Bioko para visitar el lugar en que su padre Jacobo y su tío Killian
pasaron la juventud. La película adapta un best-seller de Luz Gabás
de manera competente en materia de producción (algo que demuestra
que en este país hay muy buenos profesionales técnicos), la música
de Lucas Vidal y la ambientación son destacables. Sin embargo, en el
apartado dramático es floja. Hay aspectos interesantes como que la
vida social en la colonia es más agradable que en la España gris
franquista de la época y la relación entre colonos y nativos pero
la trama argumental no está muy bien contada, y tiene momentos muy azucarados, y eso que el guión
adaptado está a cargo de Sergio G. Sánchez ("El orfanato",
"Lo imposible"). El metraje es muy largo y no es que se
haga pesado pero la historia podría haberse contado mejor en forma
de serie por capítulos. Producida por Atresmedia cine, este es un
ejemplo de cómo hay productos que bajo el control de una empresa de
televisión, pueden ser comerciales sin ir más allá (cosa que sí
hizo "La isla mínima", por ejemplo). Por otra parte, el
plantel de actores es un tanto irregular pero atractivo: a Mario
Casas el papel le viene un poco grande y ha estado en manos de
mejores directores como Alex de la Iglesia o Alberto Rodríguez.
Adriana Ugarte, Macarena García y Alain Hernández salen airosos.
Contando también con actores como Celso Bugallo, Laia Costa o
Fernando Cayo, los mejores son el veterano y siempre intentando ser
honesto Emilio Gutiérrez Caba (uno de los grandes actores de este
país) y la revelación de Berta Vázquez (que junto a Olivia Delcán
por "Isla bonita" tenían posibilidades de optar al Goya a
actriz revelación). En definitiva, estamos ante una
superproducción épica que intenta demostrar que en España se
pueden hacer films de este tipo como "Memorias de África"
o "El paciente inglés" pero el resultado no va más allá
de un film comercial de producción notable. Es probable que tenga
una buena recepción en taquilla para intentar ser rentable con un
presupuesto elevado. En cualquier caso, me parece más digno que sea taquillero
en España este producto antes que "Ocho apellidos catalanes".
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