David
Yates, responsable de varias entregas de la saga de Harry Potter y de
“Animales fantásticos y cómo encontrarlos” ha dirigido esta
segunda entrega escrita por J.K. Rowling. Cumpliendo
con su amenaza, Grindelwald escapa de su custodia y ha comenzado a
reunir seguidores, la mayoría de los cuales no sospechan sus
verdaderas intenciones: alzar a los magos purasangre para reinar
sobre todas las criaturas no mágicas. En un esfuerzo por frustrar
los planes de Grindelwald, Albus Dumbledore recluta a su antiguo
estudiante Newt Scamander, quien accede a prestar su ayuda, sin
conocer los peligros que aguardan. Las líneas quedan marcadas
mientras el amor y la lealtad son puestos a prueba, incluso entre los
amigos más cercanos y la familia, en un mundo mágico cada vez más
dividido. Este film fantástico británico tiene un problema básico
en el guion: acumula diversas historias pero de manera dispersa y
confusa, y aunque es entretenido, le falta chispa. Por suerte, tiene
un buen arranque y un intenso clímax final. Esta entrega vuelve a
contar con Eddie Redmayne y Katherine Waterston y destacan las
incorporaciones de Jude Law como Dumbledore y Johnny Dee como
villano. Nominado a los Satellite awards a mejor dirección
artística, vestuario y efectos visuales, la propuesta puede
interesar a los seguidores del mundo de Rowling.
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