James
Wan renovó el cine de terror con títulos como “Saw”,
“Insidious” y “Expediente Warren: the conjuring” y también
se pasó al cine de acción con “Fast & furious 7”. En una
línea similar podemos ubicar este gran estreno comercial
estadounidense. Cuando
Arthur Curry descubre que es mitad humano y mitad atlante y es el
heredero del reino submarino de Atlantis, emprende el viaje de su
vida en esta aventura que no sólo le obliga a enfrentarse a quién
es en realidad, sino también a descubrir si es digno de cumplir con
su destino: ser rey, y convertirse en Aquaman. Se trata de un
spin-off de “Liga de la justicia” sobre el superhéroe que da
título al film que nos ocupa, un largometraje de acción y fantasía
que resulta entretenido y tiene buen ritmo. Sin embargo, la película
es un poco irregular: es mejor cuando se pasa a la comedia divertida
y ligera siendo fiel a la historia del cómic, que cuando se pone
seria y tiene escenas de imaginación visual llamativas pero otras
que rozan lo kitsch. Cuenta con un buen reparto de actores formado
por Jason Momoa como Aquaman, Amber Heard, Patrick Wilson, Willem
Dafoe, Nicole Kidman, Dolph Lundgren y Djimon Hounsou, entre otros.
Así pues, esta es una más que aceptable propuesta taquillera en su
género, que no engaña y ofrece lo que promete, de las mejores de
superhéroes de 2018.
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