Después
del mayor éxito en la filmografía de Pablo Trapero con “El clan”,
el responsable de títulos como “Mundo grúa”, “Leonera” y
“Elefante blanco”, cuenta la historia de dos
hermanas que se reencuentran después de mucho tiempo separadas. Una
regresa por el delicado estado de salud de su padre, mientras que la
otra pretende que nada ha cambiado. Junto a la madre, las tres se
verán obligadas a reconstruir el pasado y a enfrentar los desafíos
que aparecen en el presente. Este es un notable drama familiar
argentino que deriva hacia el melodrama y el folletín, con un
trasfondo en el pasado político de la dictadura militar del país.
La película se puede dividir en dos partes: la primera es más
contenida, mientras que la segunda más desatada. El director
demuestra su buen manejo de la cámara y arriesga buscando un tono
peculiar cercano al humor, aunque pueda ser un poco desconcertante y
quizás falta complejidad al guion. En todo caso, el largometraje se
beneficia de las estupendas actuaciones de Bérénice Bejo y Martina
Gusman como las dos hermanas y Graciela Borges como la madre, además
de contar con Edgar Ramírez y Joaquín Furriel. El film se presentó
fuera de concurso en las pasadas Mostra de Venecia y Seminci de
Valladolid, y resulta ser uno de los más interesantes de su
director.
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