Procedente
de otro país, Marruecos, se ha estrenado este largometraje dirigido
por Nabil Ayouch, que anteriormente ha realizado títulos como “Ali
Zaoua, príncipe de Casablanca”, “Los caballos de Dios” y “Much
loved”. Si el anterior film trataba sobre prostitutas en ese país,
el que nos ocupa tiene lugar en una
Casablanca
vibrante y dura, atractiva pero implacable. Cuatro almas en busca de
la verdad, treinta años después de que un maestro apasionado en las
montañas del Atlas quedara en silencio. A través del eco de sus
sueños rotos, las desilusiones de los cuatro personajes encarnan las
chispas que encenderán la ciudad en llamas. Esta coproducción
marroquí es un interesante drama que hace un retrato colectivo de
varios personajes que reflejan la diversidad cultural del país que
se mueve entre el oscurantismo religioso y la modernidad, de hecho,
el film intenta hacer una denuncia de la deriva fundamentalista que
amenaza a Marruecos, por lo que la propuesta se puede decir que es
necesaria e intensa, pero también un poco esquemática en su guion,
falto de sutilezas y de complejidad. Escrito por Ayouch y Maryam
Touzanik, que interpreta a una mujer embarazada, el film se pudo ver
en el festival internacional de Toronto del año pasado.
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