En
la cartelera hay varios títulos comerciales a destacar. Uno de ellos
es el dirigido por Neil Marshall, responsable de films como
“Descenso” y director de capítulos de series como “Juego de
tronos”, “Black sails” y “Westworld”. La
Agencia para la Investigación y Defensa Paranormal (AIDP) encomienda
a Hellboy la tarea de derrotar a un espíritu ancestral: Nimue,
conocida como "La Reina de la Sangre". Nimue fue la amante
del mismísimo Merlín durante el reinado del Rey Arturo, de él
aprendió los hechizos que la llevaron a ser una de las brujas más
poderosas… Pero la locura se apoderó de ella y aprisionó al mago
para toda la eternidad. Hace siglos consiguieron acabar con esta
villana, enterrándola profundamente, pero ha vuelto de entre los
muertos con la intención de destruir a la humanidad con su magia
negra. El reboot del personaje del cómic creado por Mike Mignola
once años después de las dos notables entregas de Guillermo del
Toro es una cinta fantástica violenta, aparatosa, sin un presupuesto
demasiado holgado, con una acertada banda sonora rockera compuesta
por Benjamin Wallfisch. Después de Ron Perlman, el encargado de dar
vida a Hellboy es David Herbour (conocido por la serie “Stranger
things”) que hace un buen trabajo en un personaje más oscuro. Está
acompañado de Ian McShane (en la tercera entrega de John Wick),
Milla Jovovich, Sasha Lane, Daniel Day Kim (conocido por la serie
“Lost”), Thomas Hayden Church y Sophie Okonedo (“The Hollow
Crown”). Así pues, la película tiene un punto macarra y
desenfrenada que la hace llevadera pero es más bien innecesaria y le
falta personalidad en la dirección.
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