viernes, 12 de julio de 2019

X-men: Fénix oscura * *


A principios de junio se estrenó en cines uno de los films más esperados de la temporada, la última entrega de la saga “X-men” relanzada en 2011 con “X-men: primera generación”. Los X-Men se enfrentan a su enemigo más poderoso: uno de sus miembros, Jean Grey. Durante una misión de rescate en el espacio, Jean casi muere al ser alcanzada por una misteriosa fuerza cósmica. Cuando regresa a casa, esa radiación la ha hecho más poderosa, pero mucho más inestable. Mientras lucha con la entidad que habita en su interior, Jean desata sus poderes de forma que no puede controlar ni comprender. Jean cae en una espiral fuera de control haciendo daño a aquellos que más ama y empieza a destruir los lazos que mantienen unidos a los X-Men. Tras el telefilm “The twilight zone: Blurryman” Simon Kinberg debuta en el largometraje con esta entrega que también escribe. Esta es una cinta de ciencia-ficción realizada de manera plana aunque intenta ser trascendente y grave, se nota cierta apatía y falta de energía, las escenas de acción están bien resueltas pero no impactan y la banda sonora compuesta por Hans Zimmer no es de sus mejores trabajos. El elenco de actores es llamativo formado por Sophie Turner (vista en “Juego de tronos”) como Jean Grey, el personaje que en las primeras películas de la saga interpretó con más acierto Fanke Janssen, de nuevo están James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Nicholas Hoult, Tye Sheridan y se incorpora Jessica Chastain como una villana de poca enjundia. Así pues, después del “X-men: apocalipsis” que ya dio síntomas de desgaste, da la sensación que se ha realizado esta película para dar el cierre a la franquicia y cumplir el contrato, quizás con un director más experimentado en el género de superhéroes el resultado hubiera sido mejor pero la tristeza se adueña del tono y no es una muy satisfactoria despedida aunque puede distraer a los fans. 

 

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