En
los últimos años Danny Boyle realizó la secuela de
“Trainspotting”, fue uno de los directores de la serie “Trust”
y rechazó ponerse al frente de la nueva entrega de James Bond. En
el último largometraje que ha dirigido, Jack
es un compositor que vive en muy malas condiciones en una localidad
pequeña de la costa de Inglaterra. Su gran pasión es la música de
los Beatles. Su mala suerte hace que esté resignado a renunciar al
éxito, mientras su mejor amiga es su mayor fan. Al despertar tras un
extraño accidente de autobús durante un apagón, descubre que los
Beatles nunca han existido, se da cuenta de que es la única persona
en el mundo capaz de recordar a la banda y pronto todo se complicará.
No me entusiasma el cine de Boyle, me parece un poco efectista y creo
que la oscarizada “Slumdog millionaire” está un poco
sobrevalorada, pero en esta comedia romántica musical, escrita por Richard Curtis, hay la energía
habitual del director, parte de una premisa tan genial como absurda
que luego no acaba de aprovechar bien, y es una película agradable,
sin personajes buenos o malos, con buenas versiones de canciones del
mítico grupo, cuyas familias dieron el visto bueno al proyecto.
Cuenta con una buena interpretación del protagonista Himesh Patel
(que no tiene parentesco con el nominado al Oscar Dev Patel), Lilly
James (vista en “La sociedad literaria y el pastel de piel de
patata”), Kate McKinnon (“El espía que me plantó”) y el
cantante Ed Sheeran parodiándose a sí mismo. Esta propuesta es
adecuada para el verano y gustará sobre todo a los fans de Los
Beatles.
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