Esta
semana se ha estrenado en salas el primer trabajo a cargo de Marta
Lallana e Ivet Castelo (con la colaboración de Iván Alarcón y
Sandra García) en el que es su proyecto de final de carrera. Cuenta
la historia de Paula,
una chica de catorce años, que tiene que pasar el verano en Ojos
Negros, un pueblo de Teruel, con su tía y su abuela, a quienes
apenas conoce. Allí descubre las tensiones familiares que se
destapan a raíz de la enfermedad de su abuela. Intentando escapar de
esa atmósfera asfixiante conoce a Alicia, una chica de su edad con
quien establece una intensa amistad. Al final del verano Paula
intuirá lo que significa hacerse mayor. Este es un pequeño pero
sólido drama catalán sobre el acercamiento a la edad adulta, lo
que cuenta es significativo aunque lo hace con sencillez y apenas
algo más de una hora de metraje. Con referentes como la aclamada
“Verano 1993” de Carla Simón y el cine de Víctor Erice, la
película logra transmitir sensaciones de frescura, espontaneidad en
un relato de ficción con toques autobiográficos que contribuyen a
la realidad del conjunto, así como la química entre las chicas Alba
Alcaine y Marta Lallana. El film obtuvo el premio a mejor película
en la sección Zonacine del pasado festival de Málaga y estuvo en la
sección oficial del festival BAFICI de Buenos Aires de este año.
Así pues, podemos decir que con títulos tan apreciables como “Los
días que vendrán”, “La vida sin Sara Amat y “Ojos negros”
destaca el cine catalán este verano.
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