Años
después de la quinta entrega de la saga Torrente, Santiago Segura
dirigió el remake “Sin rodeos” y este estreno que nos ocupa,
también una especie de remake del film argentino “Mamá se fue de
viaje” de Ariel Winograd (2017). Javier
es lo que hemos bautizado como un “marido-cuñao”. Ese que sin
ocuparse en absoluto de lo que supone el cuidado de la casa y de los
niños, sabe perfectamente qué es lo que hay que hacer, y que
continuamente regala a su mujer frases del tipo: “Es que no te
organizas”, o “no te pongas nerviosa”, ya que considera que su
desbordada mujer se ahoga en un vaso de agua. Javier tendrá que
enfrentarse a la realidad que supone bregar con cinco hijos (de entre
cuatro y doce años) cuando su mujer decide irse de viaje y dejarle
solo con ellos. La caótica situación que se provoca en casa
evolucionará de forma progresivamente cómica hasta el desastre más
absoluto, pero a la vez les dará la oportunidad a padre e hijos de
conocerse y disfrutarse por primera vez. Una experiencia que cambiará
sus vidas para siempre. Segura siempre se ha movido en el terreno de
la comedia y parece haber dejado atrás lo vulgar y cafre para
acercarse a una comedia familiar, simpática y efectiva que puedan
ver sus hijas pequeñas. Se ha criticado que el realizador ha
empezado una etapa de humor más blanco pero hay toques gamberros y
Segura tiene derecho a evolucionar como director. El film cuenta con
un buen elenco de actores: los más jóvenes hacen un buen trabajo y
hay amigos del director, con el mismo Segura de protagonista, Toni
Acosta (que parece llevar una racha de comedias con “Yucatán”,
“El mejor verano de mi vida” y la serie “Señoras del
(H)AMPA”), Silvia Abril, Leo Harlem, Anabel Alonso y Pepa Charro.
Así pues, esta es una opción adecuada para ver en familia en verano
y es mejor que otras comedias españolas de este año.
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