Tras su interesante ópera prima “Amar”, el coguionista y director Esteban Crespo ha dado un salto adelante con este proyecto. Carlos, un alto ejecutivo a punto de convertirse en socio de una gran empresa, recibe el encargo de mediar en el secuestro del ingeniero de una petrolera americana en África. El incidente está poniendo en peligro la firma de un contrato millonario. Este es un ambicioso e interesante largometraje español que tiene lugar en África como otros títulos recientes de nuestro cine como “El cuaderno de Sara” o “Adú” y puede recordar a la superior “El jardinero fiel”. La película pasa del thriller político, al de acción y se convierte en un drama de manera un poco artificiosa en la realización. Intenta tener un empaque internacional pero le falta alma, un estilo propio. Cuenta con un atractivo reparto de actores encabezado por Raúl Arévalo en un personaje con matices aunque no es muy convincente en las escenas de acción, bien acompañado de una solvente como siempre Candela Peña, una destacada Paulina García en un breve papel, Melina Matthews (pareja en la ficción y en la vida real del protagonista) y Emilio Buale. El film se presentó en el último festival de Málaga, es una lástima que no haya arrancado bien en taquilla por falta de inversión en promoción aunque como tiene participación de Netflix, es probable que sea más visto cuando se estrene en la plataforma.
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