La guionista y
directora Angela Schanalec tiene en su filmografía títulos como “Marseille”
y “Orly”. En el estreno que nos ocupa,
cuenta la historia de un chico de trece años, que desaparece de casa sin dejar
rastro durante una semana, conmocionado por la muerte de su padre, para
regresar luego intrigando a su madre y maestros con su comportamiento. Esta
coproducción alemana es una compleja película que habla de temas como la
pérdida, la incomunicación y los síntomas de los traumas, está realizada sin
concesiones al espectador, con rigurosidad formal, bellos encuadres y un ritmo
contemplativo, por lo que no es fácil entrar en ella. Está muy bien
interpretada por Maren Eggert como la madre y Jakob Lasalle como su hijo en la
ficción. El film obtuvo el año pasado el premio a mejor dirección en el
festival de Berlín y el de Mar de Plata ex aequo y es una propuesta no apta
para impacientes y sí recomendada para los cinéfilos del cine de autor
exigente.
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