Cry macho * * *

Después de la notable “Richard Jewell” el veterano Clint Eastwood ha realizado este largometaje que adapta la novela de N. Richard Nash. En Texas en el año 1978, una ex estrella de rodeo y criador de caballos retirado acepta un encargo de un antiguo jefe: traer a su hijo pequeño desde México de vuelta a casa para alejarlo de su madre alcohólica. En el viaje, ambos se embarcarán en una inesperada aventura. La película estadounidense es un interesante drama en forma de road movie, una especie de vuelta al género con el que Eastwood empezó a ser famoso, el western, como si fuera un epílogo de una de sus obras maestras la oscarizada “Sin perdón”. El largometraje está realizado de manera sencilla, con sosiego, da la sensación que el director de 91 años sabe que este puede ser de sus últimos trabajos, cuenta con una lograda ambientación y está bien interpretado por el propio Clint (aunque parecía que “Mula” iba a ser su despedida como actor) y Eduardo Minett en su debut. Para los más exigentes esta propuesta puede ser una cierta decepción y es verdad que es un título menor en su filmografía pero vale la pena hacer este viaje y logra ser emotiva.