Un estreno comercial en cines es el realizado por el actor y director Andy Serkis tras debutar con la interesante “Una razón para vivir” y “Mowgli: la leyenda de la selva”. La relación de convivencia entre Eddie Brock y el simbionte Venom en que todavía están intentando descubrir cómo vivir juntos se enturbia cuando el primero le impide matar humanos. Al mismo tiempo, el asesino preso en el corredor de la muerte Cletus Kasady también se infecta del propio simbionte y se transforma en Matanza. Esta secuela de la interesante “Venom” que empieza donde lo dejó la de 2018 es una película fantástica y de acción que tiene un componente de comedia romántica y de slapstick que le acerca al cine “camp” de principios de los 2000. Quizás es un poco más planeada que la anterior, pero sigue en la misma línea, hay incoherencia y cierto caos en el aspecto narrativo, el ritmo es ágil, no destaca mucho la fotografía a cargo de Robert Richardson ni la música compuesta por Marco Beltrami. Cuenta con un atractivo reparto de actores que simplemente cumple su función formado por Tom Hardy, Michelle Williams, Woody Harrelson, Naomie Harris y Stephen Graham. Así pues, quizás la propuesta es mejorable y simplemente está hecha para ser taquillera, obtuvo críticas irregulares y parece que ha sido mal recibida por los espectadores, que si son fans y esperaban más han quedado decepcionados.
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