Tras títulos como el documental “Cómo odiaba las mates”, Olivier Peyon ha realizado este largometraje. El día 11 de marzo de 2011, el mayor terremoto que ha experimentado Tokio desencadena el desastre de Fukushima. Alexandra acaba de llegar al país procedente de Francia para trabajar en un banco y tiene que afrontar esta crisis nuclear. Esta coproducción francesa es un drama de catástrofes con toques de humor que tiene un tono irregular, no parece tomarse muy en serio a sí mismo y presenta varios frentes éticos que no acaban de quedar muy desarrollados. Sin embargo, tiene una destacada fotografía y resulta interesante la toma de decisiones del personaje de Alexandra, bien interpretado por la siempre eficiente actriz Karin Viard. El curioso film es una pequeña sorpresa agridulce en la cartelera.
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