Con motivo del veinte aniversario de su estreno en cines, se ha reestrenado la primera entrega de la saga dirigida por Chris Columbus en 2001 tras “El hombre bicentenario” y antes de la segunda “Harry Potter y la cámara secreta”. Es la historia de un niño huérfano de diez años que vive con sus tíos una vida gris y aburrida. Pocos le quieren, pocos le hablan. Desde siempre le han dicho que sus padres murieron después de su nacimiento. Pero todo cambiará el día que cumple once años y recibe una carta a través de la cual se entera de que ha sido admitido en el Colegio Hogwarts de Magia. Su presente cambiará y lo que hasta ahora creía que era su pasado también: sus padres habían sido unos magos excelentes y murieron al enfrentarse con Lord Voldemort, un poderosísimo y maligno hechicero, que también intentó matarlo a él y, después de una intensa lucha y no conseguirlo, desapareció. Desde entonces Harry tiene una cicatriz con la forma de un relámpago en su frente. A partir de su admisión en Hogwarts aprende que está destinado a realizar grandes hazañas, acompañado de sus inseparables amigos Ron y Hermione. La coproducción británica es una más que interesante cinta fantástica de aventuras, un poco infanti, fiel a la novela de J.K. Rowling y tiene una lograda atmósfera. Reunió un reparto de jóvenes actores como Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint y de actores veteranos como Richard Harris, Maggie Smith, Alan Rickman y John Hurt, entre otros. El film fue un gran éxito, fue nominado a tres premios Oscar a mejor BSO, dirección artística y vestuario, obtuvo siete nominaciones a los premios BAFTA incluyendo mejor largometraje británico y ganó el Critic choice award a mejor película familiar. Además, esta es una d elas mejores entregas de la saga aunque personalmente fui seguidor de “El señor de los anillos” en aquella época.
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