miércoles, 1 de febrero de 2023

Babylon * * *

 


Una época de la historia del cine que no volverá, según D. Chazelle

Tras la miniserie “The Eddy” el guionista y director Damien Chazelle ha vuelto a la dirección de largometraje después del más que aceptable “First man”. Ambientada en Los Ángeles durante los años 20, cuenta una historia de ambición y excesos desmesurados que recorre la ascensión y caída de múltiples personajes durante una época de desenfrenada decadencia y depravación en los albores de Hollywood.

La película combina el drama y la comedia y el componente musical es importante y ahí recordamos al director de “Whiplash” y “La la land”. Esta es una propuesta ambiciosa y desmedida que empieza con un prólogo festivo que describe el desenfreno de los años veinte antes del crack del 29, después continúa con el rodaje artesanal de una producción en que vemos cómo en esa época tenía más mérito hacer cine que ahora (si bien hay una mirada oscura y no edulcorada hacia Hollywood), habla del paso del cine mudo al sonoro (aspecto que puede recordar a títulos como “The artist”), incluye un descenso a los infiernos, último reducto de una sociedad que a partir de los años treinta ha cambiado, se ha vuelto más reprimida y ha tomado importancia la moral, y acaba con un homenaje a la historia del cine. He leído valoraciones negativas como que Chazelle es un director mimado que ha armado una fanfarria sin sustancia pero creo que se nota que el director ama el séptimo arte (no así lo negativo de la industria estadounidense),  me gustan las obras con cierto riesgo y aunque sean imperfectas como esta y es una pena que este tipo de cine para adultos esté en peligro en las salas porque no ha funcionado bien en taquilla. Tengo que decir que aunque no miré el reloj en ningún momento durante la proyección y el ritmo es bueno, es cierto que hacia el final se toma más su tiempo en las escenas y se nota. Las secuencias de las fiestas son disfrutables y recuerdan un poco al cine de Baz Luhrmann (en concreto “El gran Gatsby”), cabe destacar el trabajo de diseño de producción, de vestuario y la banda sonora compuesta por Justin Hurwitz. Además, tiene un estupendo elenco de intérpretes encabezado por una entregadísima Margot Robbie como la actriz Nellie LaRoy en un personaje inspirado a otras estrellas de la época, un adecuado Brad Pitt como el galán del cine mudo Jack Conrad cuyo tiempo ya pasó, y Diego Calva como un trabajador mexicano de la industria enamorado de Nellie que está mejor cuanto más avanza la película (debutó en “Te prometo anarquía” y luego estuvo en “Los hermosos vencidcos”), así como en papeles más breves la veterana Jean Smart como una crítica de cine, Li Jun Li (en la serie “Sexo/Vida”) , Jovan Adepo (miniserie “The stand”) como un músico, un recuperado Tobey Maguire como el conde en un registro sorprendente, Max Minghella y Katherine Waterston.

El film obtuvo nueve nominaciones a los Satellite y Critics choice awards  en que ganó a mejor dirección artística, fue reconocido a mejor banda sonora original por los Globos de oro y la asociación de críticos de Chicago en que obtuvo cinco nominaciones, fue nominada al sindicato de actores a mejor reparto y obtuvo tres nominaciones a pos BAFTA y a los Oscar a mejor BSO, diseño de producción y de vestuario. Hace meses antes de que empezara la carrera por el Oscar las favoritas parecían “The Fabelmans” y “Babylon” pero entiendo que esta ha generado división de opiniones y finalmente no ha logrado la nominación al Oscar a mejor película.

Valoración: 7,5

Lo mejor: el variopinto reparto de actores con una destacada Margot Robbie, el trabajo en la ambientación y la música.

Lo peor: el metraje de tres horas puede pasar factura aunque la producción abarca mucho.

 


Al principio creía que como Nellie estaba molesta con su padre como manager, quiso que se enfrentara a una serpiente del desierto pero luego ella es mordida y la salva Lady Fay Zhu. Jack se da cuenta que su tiempo de éxito como galán de Hollywood ya pasó y se suicida. Aunque Manuel quiere escapar a México con Nellie, esta desaparece por la calle en la noche y hasta el final ha vivido el presente. Posteriormente, en los años cincuenta, Manny vuelve a Los Ángeles de visita con su familia, ve que la industria es diferente y al entrar en la oscuridad de una sala de cine donde proyectan “Cantando bajo la lluvia”, recuerda con nostalgia aquellos años pasados y vemos imágenes que resumen los avances de la historia del cine hasta lo que supuso “Avatar”. Por cierto, prefiero ir al cine a ver una peli de tres horas como esta que “Avatar: el sentido del agua”.

 

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