La directora Sarah Polley que se dio a conocer como actriz, diez años después de “Stories we tell” ha coescrito y dirigido esta adaptación estadounidense de la novela de Miriam Toews (también coguionista). En 2010, las mujeres que integran una colonia religiosa tratan de reconciliarse con la fe tras haber sufrido una serie de agresiones sexuales cometidas por los hombres de la colonia. Este es un interesante drama feminista dialogado que en el aspecto técnico es irreprochable: tiene una gran puesta en escena, una fotografía de colores apagados y la música compuesta por Hildur Gudnadottir. Lástima que en el aspecto del contenido, la película subraye su tesis, porque pdría haber sido una gran película; parece que el mensaje está por encima de contar una historia, cuando tendría que ser al revés. Cuenta con un estupendo elenco formado por Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley, Ben Whishaw (como el único hombre que aparece) y Frances McDormand. Cuando se estrenó en el festival de Telluride parecía que esta iba a ser una de las propuestas más destacadas de la temporada pero no gustó tanto. El film fue el primer finalista al premio del público en el pasado festival de Toronto, fue elegido en el top diez de mejores títulos del año por el American Film Institute y el National Board of Review donde ganó como mejor reparto, ganó el Critic choice awad a mejor guion adaptado de seis nominaciones, fue nominado al sindicato de actores a mejor reparto y es candidato a los premios Oscar a mejor película y guion adaptado, apartado en que es favorito.
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