Es una buena noticia que después de dos
años se haya podido estrenar en las salas españolas esta película
del director portugués Pedro Costa. En los silencioso pasillos de un
hospital camina Ventura, un hombre que tiene un sueño febril.
Recuerda su lugar de nacimiento, Cabo Verde, que abandonó siendo
joven para vivir en Lisboa, donde estuvo desplazado. Vitalina viajó
a Portugal para estar en el funeral de su marido y le recuerda a
Ventura una pelea de hace años en la que éste acuchilló a otro
hombre. En la mente de Ventura se abre un camino entre la capital
portuguesa actual y el 25 de abril de 1974. Mientras se produce la
revolución en las calles, la gente busca a Ventura, perdido en el
bosque. Pedro Costa ha resistido en un barrio de Lisboa y durante dos
décadas ha estado filmando. El director realiza un filme misterioso
como la mente deteriorada del protagonista. Costa sigue constante en
su filmografía con un filme exigente y poético, que posee una
atmósfera onírica interesante y que contempla un pasado convulso
del país y un futuro incierto. Tal vez el estilo ensimismado puede
caer en el vacío, esta es una propuesta hermética y desconcertante
pero también bella, hipnótica y adecuada para ver en pantalla
grande. Costa fue premiado como mejor director en el festival de
Locarno de 2014, la fotografía de Leonatrdo Simoes obtuvo una
mención especial en el festival de Mar de Plata y el filme estuvo
presente en el festival de Sevilla y recibió importantes
nominaciones en los premios Fénix. Sobre todo "Cavallo dinero"
es pertinente para los cinéfilos pacientes y amantes de experiencias
un poco difíciles.
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