Una de las películas
estadounidenses más interesantes que se han estrenado en los cines
es este filme dirigido por Matt Ross, que cuenta la historia de Ben,
un hombre que ha pasado diez años viviendo en unos lejanos bosques
situados al noroeste del Pacífico criando a sus seis hijos. No
obstante, las circunstancias hacen que la familia deba abandonar su
modo de vida en la naturaleza y volver a la civilización. No les va
a resultar fácil asimilar su nueva situación y adaptarse a la
sociedad moderna. Es de agradecer que desde Estados Unidos se
realicen películas como esta que intentan cuestionar la sociedad de
consumo en la que vivimos o la sobreprotección de los niños. El
filme es complejo y entretenido pero es una lástima que utilice
estereotipos y elementos dramáticos discutibles sobre las dudas del
protagonista y la puesta en escena no es arriesgada como su temática
sino más bien convencional. Este está muy bien interpretado por
Viggo Mortensen, en uno de sus últimos mejores trabajos, bien
acompañado por sus hijos en la ficción, de entre los que hay que
destacar al joven George MacKay (visto en "Amanece en
Edimburgo"). Además, cuenta con los actores Frank Langella y
Steve Zahn ("La novia de mis sueños"). Presentada en el
festival de Sundance y ganadora del premio al mejor director en la
sección Un certain regard del festival de Cannes de este año, así
como del premio del público en el Karlovy Vary, esta es una buena
película que esperaba que fuese mejor pero que vale la pena de ver.
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