Antonie Fuqua, del que no se
llegó a estrenar en salas su anterior filme "Southpaw", un
filme a priori atractivo con Jake Gyllenhaal como boxeador, estrena
este remake del western homónimo de John Sturges, que a su vez fue
un remake de "Los siete samuráis" de Akira Kurosawa. Los
habitantes de Rose Creek, atemorizados bajo el control de Bartholomew
Bogue, contratan a siete forajidos para acabar con la amenaza: Sam
Chisolm, Josh Faraday, Goodnight Robicheaux, Jack Home, Billy Rocks,
Vasquez y Red Harvest. Pero pronto se dan cuenta que están luchando
por algo más que el dinero. Este es uno de sus esos filmes que no
iría a ver al cine con fervor, ya que es una propuesta
estadounidense de acción con poca sustancia. Se trata de un western
que reinterpreta el filme en el que se basa como si tuviese lugar en
una América de Donald Trump, una idea que me da malestar en pensar.
La película ofrece mucha artillería, sobre todo a partir de la
segunda mitad del metraje de más de dos horas, en un clímax largo,
pero desarrolla poco a los personajes, interpretados por actores
conocidos como Denzel Washington, Chris Pratt, Ethan Hawke, Vincent
D'Onofrio, Byung-Hun Lee, Manuel García Rulfo y Martin Sensmeier.
Además, participan Peter Sarsgaard, Matt Bomer y Cam Gigandet. Así,
aunque el reparto es estelar y puede verse como una propuesta
entretenida simpática y sin prejuicios, esto no es suficiente para
que sea una buena película, ya que la han contado mejor. Eso sí,
puede gustar a los que simplemente quieran pasar el rato con una de
acción.
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