Elvis & Nixon * * *

El biopic centrado en un artista musical parece ser un camino que funciona en la industria estadounidense. Hace años Jamie Foxx y Reese Witherspoon ganaron el Oscar por interpretar a Ray Charles y a June Carter, por ejemplo. Hace unas semanas se estrenó en España "Miles ahead", dirigida y protagonizada por Don Cheadle y falta por llegar "I saw the light" con Tom Hiddleston y "Born to be blue" con Ethan Hawke. Pero también se agradece que no se realicen los biopics más o menos convencionales sobre figuras de la música sino tratar historias poco conocidas en las que uno de los personajes es un músico. Este es el caso de este filme dirigido por Liza Johnson sobre el encuentro del presidente Richard Nixon y Elvis Presley en la Casa Blanca en diciembre de 1970. Al parecer, Elvis quería tener una placa de agente federal para poder luchar contra la drogadicción en su país, y los asesores de Nixon pensaron en concederle la petición a cambio de unas fotografías que podrían mejorar la imagen pública del presidente, que recibió del cantante como regalo un revólver de coleccionismo. El filme cuenta la historia que hay detrás de un momento importante que fue recordado en la fotografía más solicitada de los archivos. Esta es una comedia que parte de hechos reales pero que hace una fabulación en la historia, por lo que es mejor dejarse llevar, ya que como en "Al encuentro de Mr. Banks", por ejemplo, lo que se nos cuenta no es lo que sucedió realmente. La propuesta de la directora es agradable, cercana al teatro, tiene su punto de diversión pero los que esperen conocer un retrato de los personajes principales no lo encontrarán. Por otra parte, cuando se interpretan a personajes reales, parece que sea obligatorio el parecido físico y en esta ocasión no es tal con Michael Shannon como el Rey del rock y Kevin Spacey en su papel de Nixon. Lo importante es contar con excelentes actores y ambos hacen un buen trabajo, el presidente Nixon interpretado por Spacey es menos histriónico que el que hizo Anthony Hopkins. Esta es una propuesta sin grandes pretensiones sobre todo dirigida a los que quieran pasar un rato de sonrisas con una historia poco conocida y a los seguidores de los actores principales, secundados por Alex Pettyfer, Colin Hanks y Tate Donovan.